Como mamás primerizas querrás recurrir al médico constantemente para pedir su opinión, sabemos que no es fácil aprender a conocer lo que le sucede a nuestros hijos, pero simplemente deja que tu instinto se desarrolle, así podrás guiarte para entender lo que le pasa.
Debes saber que es normal que se presente una pequeña cantidad de reflujo en los bebés, de acuerdo al artículo ‘Reflujo gastroesofágico en niños’ publicado por la Asociación Española de pediatría “ocurre normalmente en el 75% de los lactantes a los 4 meses y en un 15% a los 7 meses, respectivamente.”
Según el artículo el reflujo gastroesofágico se resuelve de manera espontánea entre los 12-18 meses de edad, ya que asegura la misma publicación se presenta durante el primer al cuarto mes de nacido.
Estos son los principales síntomas:
- Tos, comúnmente ocurre después de comer.
- Llora demasiado, parecido a que estuviera presente dolor.
- Te das cuenta que no se alimenta bien.
El reflujo aparece por un mal funcionamiento del esfínter esofágico, sin embargo, de acuerdo al ‘Gastroesophageal reflux and gastroesophageak reflux disease in the neonate’, estas son algunas recomendaciones para aliviar los síntomas:
- Hacer eructar al bebé después de beber 1 a 2 onzas (30 a 60 ml) de leche maternizada o después de alimentarlo en cada lado si lo está amamantando.
- Agregar 1 cucharada (2.5 gramos) de cereal de arroz a 2 onzas (60 ml) de leche maternizada, leche o leche materna extraída. De ser necesario, cambie el tamaño de la tetina del biberón o hágale un pequeño corte en X.
- Sostener al bebé erguido durante 20 a 30 minutos después de alimentarlo.
- Elevar la cabecera de la cuna. Sin embargo, su bebé todavía debe dormir boca arriba, a menos que su proveedor sugiera lo contrario.
Afortunadamente en el momento que el bebé empiece a ingerir alimentos sólidos, es posible que ayuden a los síntomas.
Cuando acudir al especialista:
- Vómito extremadamente fuerte.
- Vómito excesivo en las primeras semanas de vida, el cual es recurrente después de comer.
- Crece muy lento.
- Pierde peso.
- Silbidos u otros problemas respiratorios.
Recuerda que si los síntomas persisten debes acudir al pediatra ya que él podrá determinar medicamento para reducir el ácido o incrementar el movimiento de los intestinos.