Los niveles más altos de ácido fólico en el embarazo pueden reducir el riesgo de malformaciones en los bebés. De acuerdo a un estudio realizado por la revista ‘Evidencias en Pediatría’ ya se han propuesto diferentes estrategias para aumentar el aporte de ácido fólico y en muchos países se recomienda dicho tratamiento durante el primer trimestre de embarazo.
La anomalía más conocida que puede evitarse al consumir ácido fólico es la espina bífida, la cual impide el desarrollo adecuado de la columna vertebral, además disminuye el riesgo de aparición de otros problemas como el labio leporino, el paladar hendido y algunas cardiopatías congénitas graves.
La Asociación Española de Pediatría recomienda que el embarazo sea planificado, y que la futura madre acuda al médico para que le indique en qué momento es el ideal para tomar el ácido fólico. Actualmente existe un suplemento que es el que te ayudará más durante el periodo “periconcepcional” pero debe ser bajo supervisión de tu especialista.
¿Cuánto se debe ingerir?
Según el artículo de ‘Evidencias en Pediatría’ es necesario que una mujer embarazada ingiera diariamente 600 microgramos al día. Aunque no son las mismas dosis para todas las mujeres, ya que si hay mayor riesgo de tener un niño con espina bífida las dosis son mayores o si se ha tenido un hijo anterior con esta malformación, el médico especificará la dosis.
¿En qué alimentos encuentro el ácido fólico?
- Verduras: Papas, espinacas, ejotes, coles de bruselas, coliflor hervida, chicharos hervidos, tomate.
- Frutas: Naranja, aguacate, plátano, melón.
- Productos ricos en hidratos de carbono: Pan o pasta.
Aunque encontramos el ácido fólico de manera natural, el suplemento que te mande tu médico reforzará lo que consuma de manera orgánica.