En los últimos años el fenómeno bullying o acoso escolar se ha incrementado en gravedad y en la frecuencia en que se presentan las ofensas -con o sin razón- entre uno o varios compañeros contra la designada víctima. La razón principal de que esto sucede, se debe a que es una moda entre la niñez y juventud, que considera divertido molestar a otros para reírse un rato. Para que se considere bullying debe cumplir con la regla de las 3C: CONSTANTE, CONTRA ALGUIEN Y CON INTENCIÓN, de modo contrario podría tratarse de de un caso aislado.
Las 10 señales de que un niñ@ o joven puede sufrir bullying son:
- Se niega contantemente a ir a la escuela.
- No te mira a los ojos, tiene miedo a ser descubierto.
- Maltrata a otros niños o mascotas, pues el maltrato se contagia.
- Tiene terrores nocturnos.
- Pierde objetos personales con frecuencia, el bullying también se presenta en forma de robo para molestar.
- Convierte el problema psicológico en físico, es decir: le duele la cabeza, la espalda, tiene ganas de vomitar, le sudan las manos, etc…
- Son muy agresivos con sus padres, es como si quisieran que adivinaran lo que les sucede y así lo protegieran.
- Baja su rendimiento escolar y reniega contra la escuela.
- Empiezan a tener ojeras… la cara refleja lo que sienten.
- Descuidan su aspecto, como si ya no les importara vivir.
En los siguientes artículos y vídeos, estaremos hablando sobre los terrores nocturnos y cómo distinguirlos de los berrinches, cómo descubrir si no quiere ir a la escuela por flojera o porque algo realmente sucede, cómo volver a mirar a tus hijos para que hablen… en fin, hay muchísimo más que ir descubriendo al ver el mundo desde sus pequeños ojos.
Tener un hijo es la mejor manera de ser psicóloga, nutrióloga, chef, educadora, matemática, profeta y psíquica. ¡Los hijos son los verdaderos maestros de la vida que con su sal y pimienta hacen que la aventura llamada vida valga la pena!
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