Lo mejor que puedes hacer por tu hijo cuando se enferma de la garganta y comienza con la molesta tos, es llevarlo al médico para que le dé un tratamiento. Sin embargo, hay otras cosas que también se vale llevar a cabo y lo ayudarán para recuperarse más rápido y te presentamos 5 de ellas aprobadas por la Asociación Mexicana de Pediatría.
- Tomillo. Las pequeñas hojas de la hierba pueden ayudar a sofocar la tos. Puedes hacer té de tomillo sumergiendo 2 cucharaditas de hojas de tomillo triturado en una taza de agua hirviendo durante 10 minutos. Tras colarla, añade miel y limón para que escondas el sabor a los niños y lo tomen con más calma.
- Hidratación. Sobre todo si es una tos seca, beber agua simple reduce los síntomas de la tos al diluir el moco y mantener las membranas mucosas húmedas.
Vapor. Un baño con mucho vapor puede ayudar a la tos nocturna. Puedes preparar una ducha caliente, cerrar la puerta y dejar que el cuarto se llene de vapor. Añadir un par de gotas de eucalipto o salvia a la corriente de la regadera es un apoyo extra. La respiración en el aire húmedo puede ayudar a calmar a la garganta de tu hijo.
- Jengibre. Ya sea que comido o en té, el jengibre puede funcionar como un expectorante y romper el moco en la garganta de su niño para ayudar a despejar esa tos. Si deseas hacer un té, vierte agua hirviendo sobre un par de cucharadas de jengibre picado en una taza. Si sientes que el sabor es muy fuerte, agrega unas gotas del también infalible limón y endulza con miel.
Miel. Mientras que todos los remedios naturales mencionados antes ayudan a calmar la tos, ésta última es la mejor. La miel es la mejor medicina natural contra la tos. Además sabe delicioso y estudios demuestran que mejora la calidad del sueño en los niños enfermos.
Las dosis recomendadas son las siguientes: Niños de 1 a 5 años: 1/2 cucharadita. Niños de 6 a 11 años: 1 cucharadita. Niños de 12 años de edad: 2 cucharaditas. Tú puedes decidir si se las das cada 8 o 12 horas. A los niños menores de un año no se les debe dar miel aún.