Varios la han llamado innovadora, otros riesgosa y algunos más exagerada, pero el Lotus Birth es cada vez más solicitado por mamás y papás alrededor del mundo que desean beneficiar a sus hijos.
¿De qué se trata?
En esencia es que al momento de nacer, no se corte el cordón umbilical del bebé y se retire la placenta completa del útero. Ésta se quede unida al bebé, hasta que por el transcurso de los días, el cordón se caiga de manera natural del ombligo y así la placenta deje de estar unida al bebé.
A favor:
Quienes aplauden esta técnica, dicen que beneficia al bebé porque al nacer, la placenta aún está llena de nutrimentos que al pequeño le faltaban absorber.
Cuando se corta el cordón, estos nutrimentos se pierden y como papás ya no sabremos cómo pudieron beneficiar a nuestro hijo.
También hay un trauma al nacer que el bebé experimenta porque ha perdido la sensación de protección que el útero le brindaba. Como si sintiera que hay un vacío. Por eso dejar la placenta lo beneficia, ya que aún siente esa unión al vientre materno.
Otro de los argumentos es que mientras más se pueda conservar la unión del cordón a la placenta, más natural haces el nacimiento. Lo cual beneficiará a tu hijo cuando crezca y también la relación con sus padres, porque los sentirá más unidos a él.
En contra:
Uno de los colegios más importantes de ginecología en Gran Bretaña, el British Royal College of Obstetricians and Gynecologists, lanzó esta semana un comunicado donde piden a las mamás evitar esta práctica.
¿La razón? Si bien sí hay nutrimentos aún en la placenta después de nacer el bebé, ésta se convierte en tejido muerto en horas. Dejarla unida al recién nacido por el cordón puede causar una infección en él y hasta la muerte.
De acuerdo con ellos, tres minutos después del nacimiento es todo lo que el cordón umbilical necesita para pasarle los últimos nutrimentos al bebé y que éste nazca saludable. Más tiempo es una exageración y podría traerle problemas.
Sin duda se trata de una técnica controvertida. ¿Ustedes lo harían?