Todos pensamos que es uno de los dolores exclusivos de los adultos, pero después de un estudio en 2012 publicado en Neurology, donde se asociaba el dolor de los cólicos con las migrañas en bebés, papás alrededor del mundo se alarmaron porque esta condición pudiera afectar también a sus hijos.
Por eso este año la doctora Danelle Fisher, del Centro de Salud Saint John en Santa Monica, Estados Unidos se dedicó a investigar si realmente los pequeños podían experimentar migrañas.
Su estudio arrojó que hijos de mujeres que las sufren sí tienen una posibilidad de también padecerlas, pero es una en un millón, así que no hay mucho porque preocuparse. Además que no están asociadas con los cólicos, son malestares separados. Sin embargo, hay síntomas a considerar que las mamás deben tener en cuenta:
- Mareos constantes. Se controlan por un momento, pero continúan.
- Palidez facial. El bebé de pronto pierde color y se queda así por minutos.
- Problemas de sueño. Siempre se ve incómodo al dormir o de plano no lo hace.
- Vómitos. Si son persistentes.
- Sensibilidad a la luz. La ven y su primera reacción es esconderse.
En caso de que alguna de estas señales sea constante, lo mejor es llamar al pediatra para que le mande estudios de laboratorio, los cuales comprobarían si se trata de una migraña o simplemente de dolores fuertes de cabeza, que sí son más comunes en los bebés y tienden a confundirse.
Si al final el diagnóstico fuera positivo, ya hay tratamientos para la migraña en los más pequeños, que de hecho ayudan a que en la vida adulta, los episodios sean menos severos. Pero como mencionamos antes, siempre debe existir la aprobación de un especialista en salud.