El número de cesáreas en el mundo sigue a la alta, por lo cual médicos buscan que las madres opten de nuevo por la opción del parto natural.
Es por eso que se han realizado estudios para descartar que medicamentos, estrés u otras razones provoquen una cesárea que no es necesaria. Y uno de los aspectos que descartaron, fue el de los partos inducidos.
Cuando el bebé tiene más de 40 semanas de gestación y no nace, cuando la membrana que protege al bebé se rompe antes de tiempo o cuando hay estrés en el feto, son los momentos en que los médicos recomiendan realizar una labor de parto inducido a través de medicinas que aceleran las contracciones uterinas.
Sin una relación clara
Como este tipo de procedimiento ha crecido en los hospitales, se llevó a cabo una investigación en el Canadian Medical Association Journal, donde se reveló que la aplicación de estas medicinas a las mujeres, no tiene nada que ver con que un parto termine por convertirse en una cesárea de emergencia.
Al contrario, las mujeres que deben recurrir a un parto inducido, tienen más posibilidades de tener un parto natural exitoso. Así que cuando el doctor les diga que se usarán medicinas para acelerar el nacimiento de su bebé y ustedes ya se habían preparado mentalmente para el dolor del trabajo de parto, no se preocupen, sí lo vivirán.
¿Por qué preocupan las cesáreas?
Los médicos actuales desean que baje el número de estos procedimientos porque aunque no lo parezca, son más peligrosos para las mamás y el bebé, que el nacimiento natural. Recordemos que las cesáreas se hacen cuando son necesarias, no por hacer las cosas más fáciles.
Algunos de los riesgos que éstas implican son infecciones tanto en el bebé como en la madre, depresión posparto e incluso la muerte de la madre.