Una encuesta realizada por las principales marcas de fórmula en Estados Unidos, reveló que un 80% de mamás que abarcan de los 20 a los 30 años, consideran que no tienen tiempo para amamantar.
Las llamadas millenials argumentan que aunque están enteradas de la importancia y beneficios de la lactancia materna, no la consideran conveniente para el estilo de vida que llevan.
Estas mamás argumentan que no tienen tiempo y deben volver pronto a sus trabajos. Razón por la cual, toman medicamentos que interrumpen la producción de leche y desde el principio dan una alimentación exclusiva de fórmula.
Además dicen que así es más sencillo que sus esposos las ayuden, puesto que sólo deben mezclar la leche en polvo con agua y calentar el biberón.
Hace poco otro estudio publicado por Urban Institute ya había resaltado que un 70% de la generación millenial (tanto mujeres como hombres), no querían tener hijos, ya que preferían gastar su dinero en viajes, fiestas y tener un mejor estilo de vida. Y los niños implicaban demasiados gastos que no estaban dispuestos a dar.
Quienes se animan a ser padres, aceptan que buscan niñeras o le piden ayuda a sus papás para cuidar de los hijos, ya que pasan demasiado tiempo enfocados en el trabajo, pues lo consideran una de sus prioridades.
Aunque hay una alza en papás que trabajan más junto a sus parejas en la crianza de los hijos, para que éstas no se sientan tan estresadas entre el trabajo y el cuidado de los niños.
Esta preferencia de la fórmula por encima de la leche materna, ha preocupado a organizaciones tan importantes como la de la salud, OMS, que ha pedido a las madres volver al uso de la leche materna para alimentar a sus hijos, ya que si bien, la mezcla de fórmula contiene todos los nutrimentos para darle un crecimiento saludable, la producida por su madre les da defensas, lípidos y una nutrición inigualable.