Confieso que yo hasta cierto punto -y siendo fan de las caricaturas tiernas y sin violencia- pensé que el fenómeno Peppa Pig, se adaptaba perfectamente a mis necesidades y fue así que mi tercer hijo que tiene 2 años comenzó a ser fan. Aunque tenemos Apple TV y podría ver todo el día sin interrupción capítulo tras capítulo, yo prefiero que si acaso ven televisión, sea sólo una hora y por señal de cable o abierta, pues el hecho de tener anuncios fomenta la tolerancia y quita el sentimiento de “nunca lleno y necesito más” que sucede cuando se mira sin fin una serie o programa.
Sin embargo, mi hijo, cada vez estaba más berrinchudo y cuando se enojaba decía la palabra “nunca, nunca”. La verdad al principio me hizo mucha gracia y sentí que una palabra de adultos en un niño tan pequeño estaba chistoso… Hasta que un día mi esposo me hizo ver a fondo el contenido de esta Peppa y ¡¡¡qué enorme sorpresa me llevé!!! Así los contenidos no obvios de Peppa, por si tienes hijos pequeños como yo, son:
- Maltrata a su hermano George, le quita sus cosas, lo minimiza, lo aparta, lo convence para llevar la ventaja.
- Ella manda a sus padres, hasta en una ocasión –en el capítulo de la araña- hace que su papá se vaya en bici a trabajar porque la araña hizo su telaraña en el coche y no quería dañarla.
- George ante cualquier insignificante cosa llora y llora y llora y así consigue todo lo que quiere, fomentando los berrinches.
- Es territorial y con sus amigos ella siempre quiere ganar o se enoja.
- Si las cosas no son a su manera se vuelve agresiva y manipula todo.
Así que el domingo pasado, ante un berrinche tipo “George” decidimos quitar Peppa del panorama, que además, y para rematar, Peppa en algunos lugares, se le llama a las partes íntimas de la mujer… Así que adiós Peppa y todos los malos ejemplos que da.
Tristeza da ver los pobres contenidos para niños pequeños, la poca variedad no violenta y la cantidad de malos ejemplos que dan en la programación. Así que mejor me quedo con La casa de Mickey Mouse: “Mouse que tu, mouse que yo, mouse que herramienta misteriosa”… O con Cars y su Rayo Mcqueen que aprende a ser humilde.
Recordemos que la formación de la consciencia básica del bien y el mal está en formación hasta los 6 años y antes de esta edad, el cerebro de los pequeños vibra en la frecuencia “Theta”, onda cerebral que asemeja un estado hipnótico, por lo que todos los contenidos que entran al cerebro se reciben como órdenes… Así también procuremos decirles lo amados, deseados y bienvenidos que son en nuestra familia, para que aprendan a amar y valorar su vida.