Lo sabemos. Tu cuerpo se siente raro, nada te queda, algunas cosas cuelgan y otras hasta gotean. Sabemos también que tu prioridad en este momento es ese pequeño ser que ahora te acompaña, pero que parte de una buena recuperación tras convertirse en madre es poder sentirte confidente y bella, no por tu pareja, no por los demás, ni siquiera por tu hijo, ¡sino por ti!
1. Reserva un masaje
Es una de las mejores maneras de aliviar el estrés y poner una sonrisa en tu cara. Además, lo más seguro es que estés muy adolorida por todas esas horas de cargar a tu bebé y cuidar de la casa. Así que pídele a su pareja o amigos cercanos que cuiden al bebé durante una hora o dos para que puedas ir a darte un masaje.
2. Ve al salón o estética
Como tu mundo ahora está centrado en el bebé, como mujeres tendemos a olvidar nuestras propias necesidades. Tan sólo darte un baño de 15 minutos parece un lujo. Pero a pesar de eso, trata de ir de vez en cuando a un salón de belleza. No importa si es sólo para un corte de cabello o una pedicura. Los cambios son buenos y créenos, te ayudará mucho al momento de verte en el espejo.
3. Encuentra ropa sexy
Estar en pijama y ropa interior “de abuelita” todo el día puede sonar cómodo, pero es agradable llevar algo sexy de vez en cuando. Lo más seguro es que necesites nuevas adiciones a tu guardarropa, sobre todo ahora que tu cuerpo ha cambiado. El uso de algo sexy puede dar una sensación diferente de empoderamiento y confianza. Además, a tu pareja le encantará.
4. ¡Fortalécete!
Encuentra entrenamientos seguros y de bajo impacto. Una buena condición física puede hacer los desafíos de la maternidad más fáciles. Con 30 minutos todos los días, se puede lograr un cambio que a la larga te hará sentir más atractiva.
5. Come bien
Tener una dieta nutritiva y equilibrada es muy importante para las madres que acaban de tener a su bebé. Además de lo común de comer muchas frutas y verduras, no olvides hidratarte.