Si alguna vez pensaste cómo se vería el asiento para auto infantil del futuro, ya no tienes porque hacerlo. Basta con mirar la tecnología de asiento infantil para automóviles Kioma para sentir que viajas a muchos años adelante… o que subirás a tu bebé a una nave espacial.
Diseñado, tal como dijo su creador, para la “paternidad libre de frustración” de un padre de tres hijos con sede en Dallas, Kioma es como un caparazón hecho de fibra de carbono futurista. Está orientado hacia atrás, pesa sólo 2 kilos y medio, y funciona desde los recién nacidos hasta los 18 meses de edad.
No sólo eso, sino que se presenta como el “primer y único” asiento de coche en el mercado con cero partes móviles y una barra/manija de rollo integrada que funciona como un casco para proteger al bebé de caídas accidentales, de accidentes rudos de tránsito y de básicamente cualquier cosa que pueda dañarlo.
Kioma cuenta con un fondo antideslizante/rocking-chair, que hace que su lavado también sea lo más sencillo del mundo. Además por dentro, en palabras de su creador, “es como una cápsula donde el bebé se siente tan cómodo como si regresara al vientre de su madre”.
Lo malo: es que apenas se presentó en Estados Unidos, por lo cual tardará un poco en llegar a México. Y el precio que se prevé es de mil a 2 mil dólares, así que si les llama la atención; tienen tiempo de ir ahorrando para comprar el asiento para bebés del futuro.