Lo más probable es que jamás hayas escuchado del Síndrome de Tourette (TS), pero se trata de un trastorno que afecta el cerebro y el sistema nervioso del cuerpo al causar tics (esos movimientos repentinos o repetitivos o sonidos que algunas personas o muchos hacemos), aparentemente sin darse cuenta. Una persona con síndrome de Tourette tiene múltiples tics motores y al menos un tic vocal.
Estos se manifiestan más en los adolescentes, por lo que es probable que tú o tus hijos conozcan a alguien que tenga un tic motor (movimientos repentinos e incontrolables, como un parpadeo exagerado de los ojos) o un tic vocal (sonidos como gruñir).
El síndrome de Tourette es un trastorno genético, lo que significa que es el resultado de un cambio en los genes que es heredado o que ocurre durante el desarrollo en el útero. Su causa exacta no se conoce, pero algunas investigaciones sugieren que sucede cuando hay un problema con la comunicación de los nervios en ciertas áreas del cerebro, como una alteración en el equilibrio de los neurotransmisores.
Las personas con síndrome de Tourette, notan los primeros síntomas cuando son niños o adolescentes y afecta a personas de todas las razas y antecedentes, aunque le ocurre más a los niños que a las niñas. No es contagioso.
¿Cuales son los signos y síntomas?
Los principales síntomas del síndrome de Tourette son tics Los tics motores pueden ser todo, desde parpadeo de los ojos, hacer muecas, sacudir la cabeza o mover mucho el pie. Algunos ejemplos de tics vocales son el aclaramiento de la garganta, gritar o exhalar de forma exagerada. En casos raros, las personas con TS pueden tener un tic que les hace daño a sí mismos, como golpear la cabeza.
Cuando las personas con este síndrome están bajo estrés, los tics pueden ser más severos, suceder más a menudo o durar más tiempo. Algunas personas pueden ser capaces de suprimir sus tics durante un corto tiempo, pero si una persona se concentra demasiado en controlar el tic, puede ser difícil concentrarse en cualquier otra cosa, lo que puede hacer que sea difícil para los adolescentes con síndrome de Tourette tener una conversación o prestar atención en clase.
Muchos adolescentes con síndrome de Tourette también tienen otras condiciones como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), dificultades de aprendizaje y ansiedad.
Aunque no hay una cura, sí hay una forma de apoyar a las personas que la tienen: el respeto. La mayoría de estos chicos sufren burlas y eso hace que se les dificulte aún mas el vivir con esta condición, así que si algún compañero de tus hijos la padece, sólo enséñales a ser comprensivos y entender que se trata de un problema que la otra persona no puede controlar.