Algunas de las infecciones que llegan a suceder en el embarazo, pueden transmitirse a través del torrente sanguíneo de la madre al feto o ser adquiridas por el bebé durante el proceso de nacimiento.
Tanto la varicela y el herpes zoster (también conocido como culebrilla) son causados por el virus varicela-zoster (VZV). Una infección VZV durante el embarazo plantea cierto riesgo para el feto, dependiendo de la etapa del embarazo. Antes de la semana 30 del embarazo, las mujeres que desarrollan varicela pueden, en algunos casos, tener un bebé con un defecto de nacimiento. Tales casos son raros y los expertos difieren en sus opiniones sobre cuán grande es el riesgo.
Pero la mayoría de los expertos están de acuerdo en que el herpes zoster durante el embarazo es menos probable que cause daño al feto. Para empezar porque es raro, pero si ocurre, su tratamiento es similar al del herpes zoster para las mujeres que no están embarazadas.
El tratamiento para el herpes zoster es la medicina antiviral. Este tipo de tratamiento incluye medicamentos como:
Aciclovir (Zovirax®), Valaciclovir (Valtrex®) y Famciclovir (Famvir®). Todos estos pueden venir en distintas presentaciones.
Estos medicamentos son de categoría B, lo que significa que parecen ser seguros para su uso durante el embarazo. La categoría B del embarazo es una categoría usada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Las drogas en esta categoría no han sido estudiadas en mujeres embarazadas, pero cuando se probaron en animales gestantes, no mostraron efectos negativos sobre el feto.
Es importante señalar que los animales no siempre responden a los medicamentos de la misma manera que los humanos. Por lo tanto, estos medicamentos sólo pueden ser dados a una mujer embarazada si su proveedor de atención médica considera que sus beneficios superan los posibles riesgos para el feto.
Otros medicamentos que se usan con frecuencia para tratar el herpes zoster incluyen medicamentos para el dolor. El medicamento para el dolor específico que se puede recomendar dependerá de hasta qué punto una mujer está en su embarazo. Por ejemplo, la aspirina y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (como Advil y Motrin), no deben tomarse durante el tercer trimestre.