Todos tenemos la ilusión de compartir nuestra vida con alguien con quien nos sintamos plenos, que haya amor, comprensión y con el cual caminemos en la vida creciendo y por decirlo así siendo felices, soñamos con el cómo sería vivir juntos, despertar en la mañana sabiéndose que se tienen el uno al otro y eso es suficiente, y por la noche poder ver tranquilamente la televisión o salir a divertirse.
Y como toda pareja sueña con tener hijos y poder educarlos y disfrutar cada minuto con ellos si el trabajo lo permite, pero que sucede con la familia de ambos, mejor dicho con los padres que por lo general están al pendiente de esta nueva familia, sintiéndose siempre con el derecho a intervenir si hay algo que no les parece.
No olvidemos que la misión de los padres es brindar educación, vestido, techo y alimento a sus hijos no sus ideas ni lo que decidan de vida y una vez que ellos deciden salir del núcleo familiar tienen todo el derecho a expresarse como ellos así lo decidan, es muy común que los padres tengan expectativas de esta nueva relación , tales como la madre que se la pasa todo el tiempo criticando a la hija porque no hace bien las cosas, o no limpia, o dejo solo al esposo por un compromiso.
También está la suegra molesta todo el tiempo porque la nuera no hace la comida, o desea trabajar, o no la visita, o el papa que esta incomodo por el trabajo del hijo y siempre está haciendo comentarios hirientes sobre este tema, despertando no solo la incomodidad de el sino de su pareja y que me dicen del suegro que no acepta que su princesa haya elegido a ese chico y se refiere a él siempre como un inepto y no pierde ocasión en hacerlo quedar mal.
Si se permite que esta invasión progrese por la falsa creencia de que respetar a los padres es decirles si a todo aun en esta etapa, esta continuara cuando lleguen los nietos y ahí será más complicado poner límites, ya que el cariño y la necesidad de sentirse incluidos harán que los abuelos intervengan en todo y no es sano para nadie.
Recordemos que los tiempos han cambiado mucho, si antes las hijas se la pasaban en casa de los padres y el hijo comía con la mama para no extrañar su comida, en la actualidad ya no funciona, y quizá nunca funciono pero era parte de la cultura, cuando esta práctica se acepta la pareja se va disolviendo poco a poco , los padres se sienten con el derecho a intervenir en todas las decisiones y en muchos casos llegan a destruir esta familia que tiene el derecho de expresarse y tener acuerdos que solo interesan a la pareja en sí.
En este punto doy todo el crédito a las sabias palabras del Génesis “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” porque en la medida que ambos se hagan responsables de su relación, de sus decisiones siempre de común acuerdo, tengan la visión de lo que quieren y en esa medida estarán creando una familia de verdad.
Entiendo que no es fácil para los padres este desprendimiento, lo sé y lo vivo , pero entender que ya no debes intervenir es lo más importante, que si ya no tienes nada que hacer porque te jubilaste o porque tu pareja murió y te sientes ola, siempre hay formas de ocupar positivamente el tiempo , ver felices a tus hijos es el mejor regalo que la vida nos puede dar, así que antes de que te digan tus hijos algo mejor toma tus distancias, ocúpate y disfruta el tiempo que te queda de vida que aún se pueden lograr cosas maravillosas.
Disfruten a sus nietos solo como eso, seres hermosos que llegaron para alegrar sus días, sin las responsabilidades que conllevan asumir su educación, recuerden que solo los padres tiene el compromiso de educarlos, de proveerlos de lo que necesiten y dejen que construyan su propia familia, que ya bastante esfuerzo se hizo en construir la suya.