La exposición de los padres a productos químicos usados a menudo como desinfectantes y conservadores en productos domésticos y personales como detergentes, shampoos y acondicionadores puede estar asociada con defectos de nacimiento en los niños, advierten investigadores.
El estudio, realizado tanto en ratones como en ratas, demostró que los productos químicos (conocidos como compuestos de amonio cuaternario o “quats”) pueden conducir a defectos congénitos del cerebro, columna vertebral o médula espinal.
“Estos productos químicos se utilizan regularmente en el hogar, los hospitales, los espacios públicos y piscinas”, dijo Terry Hrubec, profesor asociado en el Colegio de Medicina Osteopática en Virginia, Estados Unidos: “Los defectos de nacimiento fueron vistos cuando tanto hombres como mujeres estaban expuestos, así como cuando sólo uno de los padres lo estaba”, agregó Hrubec.
Para el estudio, detallado en la revista Birth Defects Research, el equipo investigó el efecto del cloruro de amonio y sus variaciones, los cuales se utilizan como ingredientes comunes en limpiadores y desinfectantes, toallitas de mano, conservantes de alimentos, tratamientos de piscinas, productos de lavandería, shampoos, acondicionadores, gotas para los ojos y otros productos de cuidado personal.
La exposición a estos productos químicos también resultó en defectos de nacimiento en los animales, mismos que pueden sucederle a los humanos, como la espina bífida y anencefalia.
Además, los ratones y las ratas ni siquiera necesitaban ser dosificados con los productos químicos para ver el efecto, sino con que la sustancia estuviera presente en la habitación donde los animales vivían era más que suficiente para causar defectos de nacimiento.
“También observamos un aumento de los defectos congénitos en los roedores durante dos generaciones después de detener la exposición”, señaló Hrubec y aunque el estudio se llevó a cabo en ratones y ratas, estos productos químicos también pueden ser tóxicos para los seres humanos, dijeron los investigadores.