Si te encuentras en las últimas semanas de tu embarazo, tu médico verificará si tu bebé se ha movido a la posición ideal para el parto. Se le llama “posición anterior”, en la que su cabeza está cerca del canal del parto y está de espaldas.
La mayoría de los bebés se asientan instintivamente de esta manera, pero cerca de 1 de cada 25 nacimientos a término se voltean, dejando el trasero o los pies posicionados para salir primero. Y al comienzo del parto, hasta un tercio son posteriores (cabeza hacia abajo, pero frente a tu abdomen, a veces llamado “lado soleado hacia arriba”).
Aunque no siempre es necesario, investigaciones muestran que es más seguro que un bebé volteado nazca por cesárea. Un bebé posterior a menudo se da la vuelta durante el parto; pero si no pasa, tu médico o partera puede ser capaz de hacer el ajuste. Sin embargo, si el bebé no cambia de posición, la cesárea será inevitable.
Si deseas un parto natural, pero en los ultrasonidos ya te dijeron que tu bebé está colocado al revés, no te preopcupes, hay cosas que puedes hacer sin arriesgarte y que los expertos recomiendan
1. Programa una “versión”.
Si las 37 semanas, tu bebé está “de nalgas”, tu médico debe sugerir una “versión” cefálica externa. Esto es aplicar presión al abdomen con las manos para intentar que el bebé gire. “Casi todos los pacientes que tienen un bebé en la posición de nalgas se les debe ofrecer esta opción, a menos que haya contraindicación para el parto vaginal”, dice el Doctor Andrew S. Gardner, profesor asistente clínico de obstetricia y ginecología en la Universidad de Nueva York. Este método tiene un éxito del 50% y riesgos de una complicación grave, como la ruptura prematura de las membranas, son bajos, pero se debe hacer en un centro de cuidados intensivos.
2. Muévete.
Dar paseos y estirar las pantorrillas puede ayudar a aflojar los ligamentos y tejido conectivo que apoyan el útero y la pelvis. Esto puede crear más espacio para que un bebé pueda rotar su cuerpo y doblar su barbilla para facilitar el parto, dice Gail Tully, una partera fundadora de Spinning Babies, una organización que ayuda a las mujeres a mover a su bebé a una mejor posición de nacimiento. Siempre y cuando tengas la aprobación de tu médico, haciendo sentadillas puedes ayudar al bebé a descender correctamente. Con la espalda recta, los pies separados a la altura de los hombros y los talones en el suelo, dobla las rodillas hasta que estén sobre los dedos de los pies. Haz presión de 10 a 30 segundos y luego levántate.