Resulta que en días recientes Aracely Arámbula se enojó muchísimo porque en un partido de basquetbol, Manola Diez le tomó una foto a uno de sus hijos cuando se enfrentaban en un partido y la subió a redes sociales… Más se tardó en verla, que en estallar contra la otra mamá imprudente que subió la foto.
La pregunta es: ¿tiene razón? Aunque haya sido grosera ¿tiene razón? Pues en realidad sí la tiene, puesto que todos tenemos actualmente derecho a una identidad digital. Estos derechos digitales, que tenemos como ciudadanos del siglo XXI ultra comunicado y conectado, los debemos conocer y respetar. Subir una foto de alguien más, es un delito digital y una violación a la privacidad que puede ser castigada por las leyes y la sanción depende de cada estado. También es una violación a los derechos digitales, que por si quieres conocer te describo en un resumen muy corto a continuación:
- Derecho a una identidad digital, que es el derecho a tener un perfil que te haga validar tu identidad, tu persona en redes.
- Derechos digitales, que son las cosas que te corresponden como ciudadano digital y consta de: privacidad, propiedad intelectual y libre expresión.
- Derecho a estar letrado digitalmente, que es el poder tener acceso a información digital, pensamiento crítico y creación de contenidos.
- Derecho a usar el medio digital.
- Derecho a la seguridad en redes.
- Derecho a la privacidad digital, protección de contraseñas y privacidad de cuentas y servicios móviles.
- Derecho a la inteligencia emocional digital.
- Derecho a la comunicación digital.
Sobre todo en el caso de menores de edad, sacar fotografías es algo muy sensible y delicado y más si se comparten en redes sociales donde se pueda distinguir la cara de los niños. Para hacerlo, se debe pedir permiso a la otra persona y de preferencia no hacerlo, ya que parte de los derechos de la identidad digital, consta en tu derecho a crear tu perfil y compartir de ti mismo lo que quieres, mientras que los demás deben respetarlo.
Así muchas mamás también caen en el error de subir fotos de sus hijos disfrazados de conejitos y borreguitos, o en situaciones que a ellos no les gustan, y muchas veces me han confesado varios niños y niñas sentirse agredidos o avergonzados por las fotos que publican sus propias mamás. Así, hay que tener cuidado al subir la foto de cualquier persona, asegurándonos que ella esté de acuerdo en compartirla, de lo contrario, puede ser una invasión de su intimidad.