¡Si estás a punto de convertirte en madre, te conviene tomar nota! Un nuevo estudio ha revelado que las mujeres no deben tomar ciertos antibióticos durante su embarazo, ya que aumenta el riesgo de defectos de nacimiento importantes en los recién nacidos.
Los hallazgos indicaron que la amoxicilina, las cefalosporinas y la nitrofurantoína no se asociaron con defectos de nacimiento, ya que son los antibióticos más comunes y por lo tanto, de los menos agresivos.
Aunque los riesgos absolutos de defectos de nacimiento eran pequeños, los investigadores piden a los médicos que consideren la prescripción de otros antibióticos cuando se trata a pacientes con infecciones durante el embarazo. Para que así los bebés presenten menos riesgos al momento de nacer.
La autora principal del estudio, la científica Anick Berard dijo que las infecciones durante el embarazo son frecuentes y deben ser tratadas, pero que lo mejor es hacerlo con los antibióticos más comunes, acompañados de reposo y buena alimentación, para no exponer al feto. Así el proceso de sanación será más lento, para más seguro.
Berard añadió que el estudio destaca las opciones más seguras para el tratamiento de infecciones, más específicamente las del tracto urinario o infecciones pulmonares, al menos durante el primer trimestre del embarazo. Los investigadores analizaron información sobre un millón 339,938 nacidos vivos en Quebec, Canadá, entre 1998 y 2008.
Clindamicina, doxiciclina, quinolonas, macrólidos y fenoximetilpenicilina se vincularon a malformaciones específicas de órganos. Así que estos son los antibióticos que los médicos deberían de evitar dar a sus pacientes embarazadas.
El estudio se publicó en la revista Clinical Pharmacology y tras este descubrimiento, ahora se busca conocer los efectos que estos antibióticos tienen sobre el bebé, en el momento de la lactancia y así también saber si lo mejor es no recetarlos durante este periodo a las nuevas madres.