Una de las primeras preocupaciones que una nueva madre experimenta es cómo su nuevo bebé duerme. Las recomendaciones de expertos acerca de las prácticas seguras de sueño del recién nacido son muy comunes, pero ¿en qué punto es seguro no tenerlas en cuenta? Específicamente, ¿cuando es seguro para un bebé dormir boca abajo o volteado?
La Academia Americana de Pediatría (APA), trabaja desde 1994 en reducir el número de muertes infantiles causadas por el Síndrome de Muerte Súbita del Niño (SMSI, por sus siglas en español). Y por eso piden que exclusivamente los niños duerman boca arriba lo más que se pueda.
“Si los niños fueron colocados para dormir sobre sus estómagos, su riesgo de morir de SMSI aumentó por lo menos dos veces.”
Aunque es de conocimiento común que todos los bebés deben ser colocados en la espalda con el fin de dormir con seguridad, las cosas cambian muy rápido cuando éste comienza a desarrollarse y por lo tanto a moverse más.
Una vez que tu bebé es lo suficientemente fuerte como para voltearse por sí mismo, su capacidad para controlar la posición en la que duerme no tendrá ningún obstáculo. A menos que tengas la intención de quedarte despierta toda la noche para voltearlo en posición boca arriba a cada rato, lo cual (seamos honestas) es imposible.
Aunque no hay necesidad de preocuparte si tu bebé puede dar la vuelta por sí mismo, no debes ponerlo a dormir boca abajo inicialmente, sino que lo recomendado es que esperes hasta su primer año de vida.
También es muy importante seguir otras prácticas de sueño seguro para evitar el riesgo de SMSI. Esto incluye no usar cobijas, almohadas o peluches en la cuna, no fumar en el hogar y asegurarte de que el dormitorio en que duerme tu niño no sea demasiado caliente.
Si tu bebé puede dar la vuelta por sí mismo y estás siguiendo todas las demás medidas de sueño seguro, no hay necesidad de preocuparse de que prefiera dormir boca abajo. Sin embargo, hasta que celebre su primer cumpleaños, es mejor ponerlo a dormir en la espalda.