Durante años se les ha advertido a las mujeres embarazadas que una de las mejores formas de tener un embarazo saludable, es evitar los cigarrillos. Ahora los investigadores han hallado otra razón para seguir ese consejo: Los adolescentes y adultos jóvenes cuyas madres fumaron durante el embarazo pueden ser más propensos a cometer actos delictivos y a ser antisociales.
El estudio incluyó a 5 mil personas en Nueva Inglaterra que fueron seguidas desde el nacimiento hasta los 30 años.
La investigación no fue diseñada para demostrar la causa y efecto del consumo de cigarrillos en el embarazo. Sin embargo, los niños de las mujeres que fumaban un paquete de cigarros al día tenían un riesgo aumentado del 30% de padecer síntomas de trastorno de la conducta al convertirse en adolescentes y un aumento de más del triple tener personalidad antisocial al llegar a la juventud, hallaron los investigadores.
Estos niños también tuvieron un riesgo mayor que los demás de tener en su historial, delitos no violentos durante la adolescencia y al menos uno de tipo violento al convertirse en jóvenes o adultos.
El vínculo entre el tabaquismo durante el embarazo y el comportamiento antisocial en la descendencia fue independiente de otros factores que se observan con frecuencia entre las mujeres que fuman durante el embarazo, como antecedentes de enfermedad mental, bajo nivel de escolaridad y bajos ingresos.
El estudio fue publicado este mes en el Journal of Epidemiology & Community Health y pretende ser otra forma de evitar que las mujeres fumen aun estando embarazadas, lo cual sigue pasando mucho.
“El tabaquismo materno en el embarazo se puede modificar, pero sigue prevaleciendo entre ciertos subgrupos como el de las madres adolescentes y las madres que sólo cursaron la educación primaria”, concluyó la investigadora Angela Paradis del departamento de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, en Providence.