Tras pasar meses buscando la mejor cuna y pintando una habitación, al fin llegan esos momentos de sueño para tu bebé y, ¡sorpresa! Las noches en las que duerme mejor, son las que pasa en tu cama. Así que seguro te has preguntado: “¿Por qué a mi bebé le gusta dormir en mi cama?”.
La ciencia tiene una explicación. Una de las ventajas de compartir la cama, es que ya estás al lado de tu bebé él no necesita despertarse completamente para pedir pecho, fórmula o simplemente ser consolado. Ya estás ahí, para que puedas hacerlo.
Según el Dr. James McKenna, autor de Sleeping with Your Baby, los bebés duermen mejor en tu cama por una simple razón: tú. “El sistema neuronal infantil responde a los olores maternos, los movimientos y el tacto en conjunto. Estar junto a su madre, reduce el llanto del bebé al tiempo que regula positivamente la respiración infantil, la temperatura corporal, sus niveles de estrés, estado inmune y oxigenación”.
Esto se une a las investigaciones acerca de los efectos positivos del contacto piel con piel entre las mamás y los bebés, especialmente cuando se trata de regular los niveles de oxígeno y la temperatura corporal. McKenna aboga firmemente por compartir la cama, pero sólo bajo prácticas muy específicas y seguras, que garanticen que no haya asfixia u otros peligros de seguridad para el bebé.
La práctica de la cama compartida, ayuda a los bebés a dormir mejor, porque se sienten protegidos y seguros durante un momento vulnerable de la noche.
Pero la mayoría de los expertos en cuidado de la infancia advierten a los padres que no duerman con sus hijos. Según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD), el Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI) todavía se lleva la vida de más de 3 mil 500 bebés cada año, a pesar de años de advertencias para las prácticas de sueño seguro. En un esfuerzo por reducir estas muertes relacionadas con el sueño, la Academia Americana de Pediatría (AAP) actualizó sus prácticas de sueño seguro para incluir recomendaciones específicas sobre el compartir cama.
Estas nuevas pautas de la AAP toman en cuenta la realidad de que las madres quieren dormir con sus bebés, ya que ahora les aconsejan que se aseguren de que sus camas tengan un colchón firme y que cualquier elemento peligroso, como almohadas, sábanas sueltas o cobijas muy pesadas (edredones), sean removidos de la zona de sueño infantil.
El co-dormir puede mejorar particularmente la cercanía entre los padres y el bebé. La cercanía física, más allá de hacer que el bebé se sienta cómodo, también puede ayudar a tu bebé a sentirse emocionalmente conectado con sus dos padres.