Nuestros pechos son increíbles: máquinas de alimentación cómodas que siempre sirven la leche a la temperatura perfecta y en el momento necesario. Sin embargo, a veces necesitamos darle la leche al bebé en mamila y nos damos cuenta que no la quieren así. ¿Hay alguna razón por la cual tu bebé prefiera beber leche de tu seno que en un biberón?
Si eres una mujer que rige su vida por rutinas, debes saber que los bebés son tan arraigados en su rutina como tú, por lo que el tomar leche de tu seno para ellos crea cierta dependencia, además que les brinda gran comodidad, sensación de seguridad y saciedad, por eso tienden a rechazar la mamila.
Los bebés de vez en cuando experimentan lo que se conoce como “confusión de pezón”. Esto es cuando su reflejo de succión no logra jalar lo mismo cuando bebe de una mamila, que cuando lo hace del seno, a pesar que la leche salga más rápido del biberón.
La facilidad del flujo del pezón fabricado (mamila), combinado con la diferencia de plasticidad con la textura de los pezones, puede causar que el bebé no esté seguro de cómo chupar para obtener una cantidad cómoda de leche liberada fácilmente.
Si bien es una situación difícil de tratar, tiene solución, ya que de acuerdo con La Liga Internacional de la Leche, lo único que debes tener es mucha paciencia. Alimenta al bebé cuando esté calmado y sigue alimentándolo en entornos familiares hasta que pueda poco a poco se acostumbre a tomar a veces del biberón y a veces del pecho.
De acuerdo con la lactancia materna equilibrada, una fuerte preferencia por el pecho sobre la botella es común entre los lactantes. Según Breastfeeding USA, pequeños cambios en la rutina y el medio ambiente, construidos con el tiempo, pueden lograr grandes ganancias y resultados duraderos.
También ayuda a discutir esto con un consultor de lactancia o con un pediatra para determinar si tu bebé está irritado o si tiene problemas genuinos de alimentación.