Es bastante difícil hacer un seguimiento de tu consumo de agua normalmente, pero cuando estás embarazada, es vital. Tu cuerpo utiliza el agua de muchas maneras durante el embarazo y así tener suficiente de ésta se vuelve aún más necesario. Sabes que necesitas beber mucho, pero ¿cuánto es suficiente o cómo saber si estás deshidratada durante el embarazo?
La forma más fácil de saber si tu cuerpo necesita más agua es echar un vistazo al color de tu orina. De acuerdo con la American Pregnancy Association (APA), si ésta es de color amarillo oscuro, eso es una señal segura de que necesitas aumentar tu consumo de agua. Tener un color de orina claro es un signo de estar bien hidratada.
Si sientes que no está orinando lo suficiente, podría ser otro signo de deshidratación, sobre todo porque cuando estás embarazada, te acostumbras a ir al baño tan a menudo como sea posible. Y si estás deshidratada, no puede salir mucha orina si no hay suficiente agua.
Otro signo común de deshidratación durante el embarazo es algo llamado “sobrecalentamiento materno”. De acuerdo con la APA, tener suficiente agua en tu sistema ayuda a regular el calor de tu cuerpo. Si no estás bebiendo suficiente agua, especialmente cuando estás embarazada, puede ser más probable que te sientas “sobrecalentada”.
Si vas con tu doctor, una de las maneras en que puede comprobar tu deshidratación es tomar tu presión arterial. De acuerdo con la Clínica Mayo, es más probable que tengas presión arterial baja cuando estás deshidratada. Incluso puedes encontrar una diferencia notable en tu ritmo cardíaco cuando te sientas o te incorporas, después de estar acostada. Esta es la raíz de por qué te sientes mareada al no beber suficiente agua y no sólo porque estás embarazada.
En cuanto a la cantidad de agua que debes beber, realmente depende de tu salud y tu cuerpo. La Clínica Mayo señala que la mujer embarazada promedio debe estar bebiendo de 2 a 3 litros al día. Limitar tu consumo de cafeína también puede ayudar, ya que las bebidas con cafeína tienden a tener un efecto deshidratante.
Si realmente te preocupa exactamente cuánta agua debes beber, habla con tu médico. Si te sientes mareada o si te sientes con mucho calor, busca atención médica. En términos generales, ya sea que estés embarazada o no, no te haría daño añadir más agua a tu rutina diaria.