Hay pocas cosas que pueden lastimarte más como mamá que tener a tu bebé enfermo. Fiebre, tos, vómito; es una pesadilla. Pero este último es de las peores cosas, especialmente si tu niño está vomitando, pero no está realmente enfermo. Como madre, podrías estar realmente preocupada por las posibilidades de lo que está afectando a tu hijo: “¿Por qué mi hijo vomita de pronto?”
Según el pediatra Dr. Steve Silvestro, del Hospital de la Universidad de Georgetown y Metropolitan Pediatrics, los niños pueden parecer vomitar al azar, pero normalmente hay una razón. “Obviamente, problemas en el estómago podrían provocar vómitos, sin embargo, el llanto duro o prolongado también puede provocarlo”. La razón es doble, explica Silvestro. Cuando un niño está llorando muy fuerte, está apretando repetidamente sus músculos abdominales, lo que puede forzar el contenido del estómago hacia arriba y hacia afuera. “Además, el llanto produce muchas lágrimas y moco, la mayoría de las cuales se tragan y pueden irritar el estómago”.
La razón por la cual su hijo vomita tanto podría ser algo tan simple como tener un reflejo de mordaza muy sensible. El reflejo de la mordaza es una contracción instintiva normal de los músculos de la garganta y trabaja para proteger las vías respiratorias y evitar que se asfixie. En algunos niños, este reflejo puede ser tan sensible que puede ser activado por la cosa más leve, incluso mientras se come y ser tan fuerte que los hace vomitar.
Silvestro está de acuerdo. Muchos niños tienen un reflejo muy sensible y los niños pequeños tienen más tejido en la garganta (por ejemplo, sus amígdalas son generalmente más grandes que las de un adulto). Como resultado, son más propensos a activar este reflejo, incluso por cosas simples como masticar sus dedos o juguetes o meter demasiada comida en su boca y luego vomitar.
Sin embargo, a veces puede haber una causa mayor. Según el pediatra Dr. Jarett Patton, miembro de la Academia Americana de Pediatría (FAAP), si el vómito ocurre frecuentemente, los síntomas podrían ser causados por vómitos cíclicos, acidez severa o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Si el vómito persiste y no parece ser de una causa infecciosa como una enfermedad viral o bacteriana, Patton dice que tu hijo debe ser evaluado por un médico.
Si tu hijo está vomitando de manera aleatoria y consistente, lo mejor es hablar con su médico acerca de las ocurrencias y cada cuánto suceden. Ellos serán capaces de tomar en cuenta su información, además de la historia médica de tu hijo y te guiarán en los próximos pasos de averiguar lo que está pasando. Ten la seguridad de que, en su mayor parte, no se trata de nada grave y es normal.