Volver a trabajar después de dar a luz o (si eres de las afortunadas) tras la licencia de maternidad, puede ser una experiencia emocionalmente fuerte. Ya sea que estés encantada de estar de vuelta en la oficina o deseando estar en casa, la investigación ha demostrado que volver a trabajar demasiado pronto puede ser perjudicial para la salud de las madres. Un estudio en particular ha sugerido una conexión entre licencias de maternidad cortas y la depresión posparto.
Muchas madres no tienen la opción de tomar su tiempo para regresar al lugar de trabajo. México, junto con Estados Unidos se retrasa detrás del resto de los países desarrollados cuando se trata de la licencia de maternidad y muchas familias dependen de ingresos duales, por lo que a menudo hay presión hacia las mamás para volver rápido a sus empleos. En 2012, el Huffington Post informó que aproximadamente el 25% de las madres regresaban al trabajo sólo dos semanas después de dar a luz. A pesar de las presiones existentes para volver a trabajar, las madres deben ser cautelosas al decidir el momento adecuado para hacerlo.
Este tiempo de transición, fue llamado “el quinto trimestre” por la autora Lauren Smith Brody, ex editora ejecutiva de la revista Glamour y madre de dos hijos, quien dice que el regresar al trabajo, no es una decisión a tomar a la ligera, ya que hay algunos efectos secundarios seriamente negativos de volver a trabajar demasiado pronto, uno de los más graves afecta a los estados mentales y emocionales de las madres después del bebé.
Un grave riesgo para las madres que se apresuran a volver a trabajar es un aumento de la tasa de depresión posparto. Los investigadores han encontrado que una licencia de maternidad más corta o ninguna licencia de maternidad en absoluto, hace a las madres más vulnerables a los síntomas de esta depresión.
Los Centros para el Control de Enfermedades simplemente definen la depresión posparto como “la que ocurre después de tener un bebé”. Pero para muchas mujeres, es una experiencia más complicada que eso. Los síntomas pueden incluir sentimientos de ira, culpa o aislamiento. Aunque estos pueden pasarle a cualquier mamá nueva, existen factores que contribuyen a que las mujeres se sientan deprimidas después del parto. Como el estrés, el no ver al bebé lo suficiente y tener muchos hijos. Un estudio sugiere que el breve permiso de maternidad es otro de estos factores que contribuyen.
Los empleadores deberían considerar la posibilidad de otorgar una licencia más generosa que las 12 semanas de ausencia sin goce de sueldo concedida, mediante la ampliación de la duración de la licencia dada o el otorgamiento de licencia pagada o ambas.
Si bien la duración de la licencia de maternidad no siempre está bajo el control de la madre, estos hallazgos sugieren lo que muchas de nosotras ya sabemos: se debe reevaluar seriamente el enfoque de la licencia de maternidad, para así lograr el bienestar de las madres en el país.