El gateo es la forma en la que tu bebé comienza su independencia y exploración del mundo por si mismo, esto inicia entre los seis y los diez meses de edad, si bien existen bebés que comienzan antes o después, la mayoría lo hace durante estos meses, que es cuando ya han adquirido la suficiente fuerza para sostenerse. Las principales señales que tienes que observar para saber si tu bebé ya esta listo para gatear son: El que sostenga la cabeza sin que se le vaya de lado, quiere decir que su columna y cuello están lo suficientemente fortalecidos para detenerse. Si rueda hacia ambos lados, así como si se mantiene sentado sin ayuda por pequeños periodos, nos indica que tiene pleno control sobre su cuerpo.
Para que tu bebé comience a gatear colócalo boca abajo en el suelo sobre un tapete o cobija con juguetes a su alrededor, a la mayoría de los niños no les gusta estar en esta posición ya que les es incomoda y no están acostumbrados, pero poco a poco y con constancia le resultará más cómodo. Una vez familiarizado con la posición comenzará a girarse y a tratar de alcanzar los objetos, lo más común es que comience a desplazarse hacia atrás porque le es más fácil. Luego comenzará a arrastrarse y finalmente a gatear.
Otro ejercicio muy útil para ayudar a que tu bebé gatee es, sentarlo en el suelo y colocar juguetes que le llamen la atención a su alrededor, pero fuera de su alcance. El pequeño intentará alcanzar los objetos inclinándose y quedándose en algunas ocasiones a cuatro puntos.
Antes de comenzar a gatear, los bebés aprenden a arrastrarse sin flexionar las rodillas, para ayudarlo a doblarlas coloca la palma de tu mano sobre la planta de su pie suavemente mientras lo hace. Tu bebé utilizará tus manos como punto de apoyo y avanzará hacia adelante doblando sus rodillas.
Gatear es una de las etapas más importantes en el crecimiento de tu bebé, gracias al movimiento que realiza, comienza a desarrollar estructuras neuronales y un esquema corporal que lo preparará para el siguiente paso, caminar y realizar movimientos donde está implicada la motricidad fina. Al gatear, fortalece los músculos de los brazos y piernas y va generando más confianza lejos de los brazos de mamá.
Algunos de los beneficios para tu bebé en esta etapa son:
- Coordinar ambos hemisferios cerebrales al trabajar el patrón cruzado.
- Se desarrolla una mejor visión.
- Se fortalecen los músculos de la cadera y los hombros tonificandolos, los cuales después le ayudarán a mantenerse erguido y caminar.
- Utiliza el sentido del tacto, tocando diferentes texturas como el suelo, las alfombras y todo lo que encuentra mientras lo hace.
- Aprende a entender el mundo tridimensional que le rodea, conociendo las distancias, siendo consciente de la fuerza de la gravedad y mejorando la coordinación mano-boca.
- Domina mejor su cuerpo y es más capaz de saber qué hacer cuando al caminar, se cae, es más hábil poniendo las manos para evitar golpes y es más hábil a la hora de levantarse.
Es importante conocer los límites de tu bebé, cuando comience a llorar o a frustrarse no lo obligues a seguir intentando, respeta sus tiempos y reconocele el esfuerzo, crearás un mejor vínculo entre ustedes. Recuerda que la motivación es esencial durante todo este proceso.