Después de un largo tiempo de embarazo y esperar con ansias conocer el rostro de tu hijo. ¿Qué sucede cuando ves a tu bebé por primera vez y piensas: “¿Estás seguro de que es mío?” Resulta que la razón por la que tu bebé no se parece a ti es bastante complicada. Ya sabes, como todo en este viaje de la maternidad.
Al examinar por primera vez a tu recién nacido, probablemente tendrá el color de tus ojos. Si eres una mamá caucásica de ojos cafés, por ejemplo, podrías sorprenderte al descubrir que has dado a luz a un bebé de ojos azules. Aunque este bebé puede no permanecer así por mucho tiempo, ya que los bebés nacidos con ojos azules pueden experimentar un cambio de color en los primeros 6 meses hasta el primer año de vida.
“Si los ojos de tu bebé se ponen cafés, probablemente se volverán “turbios” durante los primeros 6 meses, si siguen siendo azules en ese momento, probablemente seguirán siendo así y tenderán a permanecer de ese color por el resto de su vida. “
El sitio web de Healthy Children proporciona una guía sencilla para que los padres la sigan. Es probable, que en el escenario donde hay dos padres de ojos azules, también tendrás un niño de ojos azules, pero no sucederá siempre. Y si hay dos padres de ojos cafés, es probable que tengan un niño con ojos cafés (aunque de nuevo, no cada vez). Si un padre tiene ojos azules y el otro café, las probabilidades en el color del ojo del niño son 50/50.
La explicación anterior es un ejercicio de probabilidad. En realidad, hay una serie de cosas más complejas que determinan la herencia del color de ojos. En el sitio web del Instituto Nacional de Salud (NIH), el color de los ojos se explica como algo determinado por las variaciones en los genes de una persona. El sitio web discute cómo la mayoría de estos genes están asociados con la cantidad de melanina (la sustancia que da a la piel, el pelo y los ojos su color) que una persona tiene en las capas frontales del iris. La gente con ojos cafés, tiene grandes cantidades de melanina en el iris, mientras que las personas con ojos azules tienen mucho menos.
Un número de factores (incluyendo una proteína particular que actúa sobre algo llamado el gen OCA2 y otro gen llamado el HERC2) más otros genes, juegan papeles en la determinación del color del ojo. No es tan simple como que el color de tus ojos y los ojos de tu pareja son los que determinan el color de los ojos de tu bebé.
En cuanto al pelo y el color de la piel, la melanina juega un papel importante también. En un artículo publicado en el Centro Nacional para la Información de Biotecnología (NCBI), se afirma que el cabello y las diferencias de color de piel son en su mayoría genéticamente determinados, pero una vez más, se deben a las variaciones genéticas. Por ejemplo, si tu bebé tiene la piel oscura con pelo oscuro, es debido a variaciones en la cantidad, el tipo y el “empaque” de los polímeros de melanina.
Hay dos formas de melanina: eumelanina y feomelanina. Las personas que producen principalmente feomelanina tienden a tener la piel clara, rubia, pecosa o tener el pelo rojo. La genética tiene su camino, también cuando se trata de la textura del cabello de tu bebé. Según el NIH, los factores genéticos juegan un papel importante en determinar si el cabello de tu bebé será liso, ondulado o rizado, así como si será fino o grueso. Hay diferentes estudios que sugieren cómo diferentes genes influyen en la textura, grosor y hasta color del pelo, dependiendo del origen étnico.
Así que ya lo sabes, hay mucho más involucrado en el rostro de tu bebé que sólo tus características, por lo que si no se parece a ti o a tu pareja, no te preocupes; al final los genes son los mismos.