Tal vez lo has notado. Más y más escuelas parecen estar acabando con el recreo, ese espacio de descanso que cuando éramos niñas solíamos usar para jugar, comer o a veces sólo acostarnos en el pasto de la escuela. Y resulta que para la ciencia, la falta de receso puede tener un gran efecto en tus hijos.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), el recreo es una parte crucial del día de un niño. Es a la vez una puerta de entrada a una mejor salud y aprendizaje permitiendo que los niños jueguen y tengan tiempo para desarrollar habilidades sociales y físicas claves, así como proveerles una salida para gastar el exceso de energía creada en el aula. La AAP señala que con la disminución de los recesos debido al enfoque actual sólo en las áreas académicas de la educación, los estudiantes están siendo mal servidos por los adultos que los cuidan.
¿Por qué los recortes? Los nuevos planes de estudio se han enfocado en da más horas de clases, buscando una mejor educación. Pero, ¿qué sucede cuando los niños no tienen suficiente descanso?
Según un estudio realizado por la Universidad de Rochester, los estudiantes que no reciben tiempo de juego adecuado en su día probablemente experimentarán un crecimiento retardado en su desarrollo cognitivo, físico y psicosocial. En su estudio, encontraron que los niños que no estaban recibiendo una cantidad apropiada de receso mostraron una disminución en su comprensión de la estructura social, desarrollo emocional, lenguaje y tenían mecanismos de afrontamiento más débiles, en general. Los investigadores afirmaron que “el desarrollo de la competencia social es una tarea vital durante la infancia y la adolescencia y está vinculado al futuro éxito social, académico y vocacional”.
Aunque en México sólo en escuelas de paga o privadas se busca que el juego y receso sigan siendo primordiales para los niños, en la mayoría de las otras escuelas no se ve que haya cambios pronto en este aspecto. Mientras que en Estados Unidos, ya hay un nuevo programa piloto en Texas donde los estudiantes salen al recreo cuatro veces al día con la esperanza de mejorar el rendimiento académico y la salud de los estudiantes. Dicho programa espera inspirar a los niños a convertirse en estudiantes más comprometidos, activos y dinámicos a través de un tiempo de juego obligatorio y no estructurado a lo largo del día.
Mientras tanto, expertos en psicología infantil y pediatría piden que los recesos sean mayores, por lo que ojalá pronto en México la hora de recreación en la escuela, volviera a crecer de nuevo.