Sin duda has oído hablar de todo tipo de cosas que le sucederán a tu cuerpo después de haber tenido un bebé. Todo, desde tus senos, hasta tus caderas o aquellas rayas de tigre que puedes haber ganado en tu estómago. Algunas volverán a la normalidad y otras no. Pero, ¿qué pasa con tu ombligo? Si durante toda tu vida lo has visto adentro y se “bota” con el embarazo, ¿qué pasará? ¿Volverá a ser el mismo después de dar a luz?
Parece super extraño, pero tu ombligo se dispara durante el embarazo porque tu útero en crecimiento lo empuja y aplica suficiente presión para que salga y se bote… y lamentablemente, muchas veces ya no vuelve a ser el mismo.
El ombligo del vientre a menudo tiene heridas de batalla después de cada embarazo. El tejido y los músculos a su alrededor pueden estirarse y debilitarse como resultado del embarazo. Una hernia umbilical es el término médico para describir esta condición. Los intestinos pueden moverse a través de esta área debilitada alrededor del ombligo, causando dolor e incomodidad.
Aunque no hay maneras de evitar que tu ombligo salga durante el embarazo, para los expertos, si esto te pasará a ti depende de varias cosas. En primer lugar, no todos los ombligos del vientre se crean iguales, cada uno es diferente en tamaño, elasticidad y forma. Si tienes mucha grasa en el vientre, un útero en crecimiento no puede ‘empujar’ un ombligo durante el segundo o tercer trimestre.
Hay un número de fibras nerviosas alrededor del ombligo que pueden hacer esta área más sensible al tacto. Incluso los pantalones pueden irritarlo durante el embarazo.
Obviamente, tu cuerpo cambiará tras vivir este proceso durante casi 10 meses y esto está totalmente bien… ¡Y es maravilloso! Si tu ombligo no vuelve a “entrar” o quedar igual, piensa en él como un maravilloso recordatorio de lo que creaste… así te sentirás mejor y aprenderás a amar ese nuevo cambio en tu cuerpo.