Según un estudio de sociología, nuestra percepción del atractivo y de la autoestima es conducida por cómo percibimos el exterior de las personas alrededor de nosotros. Si tu hija menor de 18 años está siendo bombardeada por las chicas que sí que usan maquillaje y ve que tú usas maquillaje en tu arreglo diario, seguro te has preguntado si es conveniente que comience a maquillarse.
Los investigadores sostienen que la apariencia es una pieza importante de auto-identificación y crecimiento. En la Personalidad y las Diferencias Individuales, los científicos argumentaron que tanto a una niña como a un niño al que se le da más autonomía corporal, no necesariamente relacionada con la apreciación de la belleza y sus estándares (pero que no se opone a ellos), experimenta mayores tasas de bienestar subjetivo, respuestas (altos niveles de niveles positivos y bajos de afecto negativo) y juicios de satisfacción general con la vida.
Si la autonomía es parte crucial del crecimiento y la experiencia de la niñez, permitir que tu hija menor de 18 pruebe con algunos tonos de maquillaje no está tan mal, sin embargo, nunca debes olvidar que es una elección personal. El doctor y dermatólogo Jan Faull escribió para la revista de Parents que no hay un estándar, sino lo que los padres consideran apropiado de acuerdo a la forma en la que educan a su hija. Pero lo más recomendable es que la dejes explorar con un poco de brillo labial, rubor y quizá hasta algo de sombra, pero no más.
Madda Aziz, maquillista profesional en Broadway, explica que la piel joven reacciona al maquillaje de forma distinta, pero lo que siempre será peligroso maquillar, son las pestañas. “Los niños tienen unas pestañas hermosas y delicadas que se dañarán con el rímel o el rizado, por lo que es mejor evitarlo”.
“Siempre y cuando se laven rápido, porque la piel de los niños es muy delicada, la mayoría de todo lo demás es sólo un juego, una forma diferente de arte y a algunos niños de verdad les gusta”. Aziz añade que los mejores removedores de maquillaje para los niños son a menudo las mismas toallitas de bebé, seguidas de un champú de bebé apacible.
Si tu hija menor de 18 años realmente quiere usar algo fuera de la casa, Aziz sugiere Rosebud bálsamo de fresa. No sólo es hidratante y curativo, huele fantástico y da apenas bastante brillo para ser perceptible, dejando a tu hija sintiendo como si usara base y se viera distinta: “Además viene en una lata de oro que se ve bien cuando lo sacas.”