Si has tenido un ultrasonido o dos, tal vez ya te dijeron que el cordón está envuelto alrededor de tu pequeño. Para cualquiera mamá, escuchar esto puede ser aterrador. Pero entonces, ¿deberías preocuparte por el cordón enredado alrededor del cuello de tu bebé?
Cuando el cordón se envuelve alrededor del cuello de un feto, se le conoce como un “cordón nucal”. Si bien suena positivamente aterrador, en realidad es bastante común. Según el Journal of Midwifery and Women’s Health, un cordón nucal está presente entre el 20 y el 30% de todos los nacimientos, donde se enreda alrededor del cuello del bebé al menos una vez.
Si bien el cordón umbilical de bucle simple es más común, hay casos en que el cordón se ha envuelto alrededor del cuello del bebé hasta nueve veces. Sí, lo leíste bien: nueve veces. Afortunadamente, entre el 25 y el 50% de estos casos se auto resuelven y no requieren intervención adicional. Además, no hay nada que una madre pueda hacer para prevenirlas. La razón más común por la que un cordón se enreda alrededor del cuello del bebé es debido a la morfología de éste, no tiene nada que ver con levantar los brazos sobre la cabeza.
La mayoría de las veces, si no hay ningún otro síntoma presente, tu partera o tu médico no te dirán nada al respecto porque es muy común y no suele ser peligroso. A menudo no se diagnostica. Los médicos no realizan ultrasonidos de rutina al final del embarazo, de modo que a menos que hayas notado una disminución del movimiento fetal o tu médico esté pensando en inducirte o esté preocupado por la presentación del parto, probablemente no sabrás si tu bebé tiene un cordón nucal o no.
Una vez que llegues al hospital y te establezcan en un monitor fetal de cardiotocografía (CTG), hay medidas que tu médico buscará en las lecturas que indican un cordón comprimido, pero nuevamente, no todos lo están. Se busca una abrupta disminución de la frecuencia cardíaca fetal (FHR) en un patrón y la lectura se ve como hombros. También se buscan otras interrupciones en la típica FIV intraparto.
Si ese es el caso, es cuando hay preocupación. Si tu médico menciona un cordón nucal que se presenta durante tu embarazo, él o ella puede decirte que te fijes más de cerca en los movimientos fetales. Pero sin el CTG, es difícil medir verdaderamente lo que está ocurriendo y como no están típicamente asociados con la morbimortalidad infantil, no hay una respuesta clínica proscrita.
Sí, los riesgos de un cordón comprimido son aterradores, pero no todas las cuerdas nucales están envueltas lo suficientemente fuerte como para preocupar. Lo más probable es que ni siquiera serás consciente de la situación hasta después del hecho, así que tal vez cualquier preocupación es todo… o por nada.