¿Por qué es tan difícil poder dormir bien embarazada? Si estás en la última etapa de la espera de tu bebé, seguro ya te han tocado noches complicadas sin poder conciliar el sueño. Muchas mujeres aseguran que las almohadas para el embarazo las han ayudado, ¿pero qué tan cierto es esto?
Según el Dr. Iffath Hoskins, profesor clínico asociado en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la NYU Langone Health, las hormonas responsables de hacer que tus huesos pélvicos sean lo suficientemente flexibles para que un bebé llegue también afectan tu espalda. Por si fuera poco, tu naciente bebé cambia su centro de gravedad, “causando una lordosis exagerada” o arqueando la parte inferior de la columna vertebral. Hoskins señala que todos estos factores resultan en dolores del embarazo. “Una buena almohada corporal proporciona el apoyo para mantener los músculos y los huesos en buena posición, minimizando así el malestar”.
Hoskins no recomienda comprar cualquier almohada, sino que busques una que sea del tamaño correcto y a la par ajustes tus hábitos de sueño personal: “Más firme es mejor que blando y suave”, explica Hoskins. También recomienda un tejido ligero y transpirable para evitar el sobrecalentamiento.
Cuando se trata de posiciones de sueño, las mujeres embarazadas simplemente no tienen muchas opciones. Hilary Thompson, una consultora de sueño y bienestar para el sueño, explica el problema en pocas palabras:
“Su barriga creciente hace que sea imposible dormir cómodamente en su estómago y dormir sobre su espalda causa dolores de espalda, problemas respiratorios, problemas digestivos y hemorroides. Si usted duerme sobre su espalda, el peso del bebé descansa en sus intestinos junto con la aorta y la vena cava, lo que puede resultar en presión sanguínea baja y causar una disminución en la circulación de su corazón y del bebé”.
Thompson sugiere dormir en tu lado izquierdo, con las rodillas y las piernas dobladas, con una almohada entre ellos. Y recomienda que las almohadas sean de cuerpo completo, en particular para el apoyo adicional que proporcionan.
En sí, no hay manera incorrecta de usar las almohadas de cuerpo. Haz lo que funcione para ti y no tengas miedo de cambiarlo a medida que avanza el embarazo. Verás que sí puedes tener un mejor descanso, quizá no como antes del embarazo, pero sí uno mejor.