Todos necesitamos un momento de loquera en nuestra vida… especialmente de esa loquera que nos hace sentir mas vivos y no le hace daño a nadie. De hecho el tipo de “loquera” del que hablo ¡nos hace muy bien!
En mi familia tenemos un momento de loquera diario, especialmente desde que nació mi hija. El momento de loquera consiste en carcajearnos hasta no poder más. No importa si son 10 o 30 minutos ¡o hasta una hora! Lo que importa es hacerlo diario.
Tenemos nuestro momento de locura diario, no solo por que nos une más y nos divertimos como locos, sino que simultáneamente estamos beneficiándonos tremendamente.
No sé si sabías pero carcajearte fortalece tu estado inmunológico, disminuye el estrés, hace que fluya más oxigeno al cerebro, te da energía, te sientes más agradecido con la vida. Es una manera de alivianar la carga de un mal día o de situaciones por las que estás pasando, te hace ver más joven y lo mejor de todo, es muy fácil de hacer, porque ¡es altamente contagioso!
¿Que hacemos para tener nuestro momento de loquera?
- Ataque de cosquillas
- Nos quedamos viendo el uno al otro hasta que alguien suelta la carcajada
- Nos reímos frente al espejo
- Hacemos caras chistosas
- Bailamos como changos
- Saltamos como conejos
- Nos disfrazamos
- Etc, etc, etc
Lo que sea que haga a tu hijo/a carcajearse, te hará carcajearte a ti también. No importa donde estemos o lo que estemos haciendo, no olvidamos tener nuestra dosis de loquera ¡diario!
Me preguntan mucho ¿cómo le hago para que Bárbara (mi hija) siempre este sonriendo y esté siempre súper feliz? – La verdad es que no es todo el tiempo, ¡sería imposible! Lo que sí, es que es muy alegre y es simplemente porque le hemos enseñado que a la vida se viene a disfrutar. Hoy en día vemos el estar felices y positivos siempre como algo raro, cuando ¡debería ser así siempre! Muchos niños no saben que pueden ser felices. Bárbara es una niña feliz y alegre por que sabe que puede serlo y porque lo experimenta a diario.