En esta temporada de regreso a clases, es fácil enfocarse en si tus hijos tienen o no los útiles escolares adecuados o si su maestro los está reconociendo con buenas calificaciones. Pero un nuevo estudio muestra que demasiados niños preescolares no están siguiendo las pautas de prevención de la obesidad… y eso es preocupante.
El inquietante estudio sobre la obesidad infantil proviene del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, el cual siguió a casi 400 niños en edad preescolar de Ohio durante el transcurso de 24 horas para rastrear su actividad física y lo que comieron en la escuela y en casa.
Los investigadores se centraron en las recomendaciones 5-2-1-0 para prevenir la obesidad. Las cuales se descomponen de la siguiente forma: Cada día, los niños deben comer al menos 5 porciones de frutas y verduras. Deben limitar el tiempo de la pantalla a menos de 2 horas. Deben obtener 1 hora de actividad física y beber 0 bebidas azucaradas. No necesariamente suena tan difícil en teoría, pero cualquier padre sabe que se necesita un esfuerzo real para ponerlo en práctica. Después de todo, las pautas pueden parecer un poco confusas cuando los niños ruegan por un refresco, y parece que no hay tiempo para ir al súper y comprar mucha fruta fresca, además que también a veces puedes descansar mientras ven sus dibujos animados favoritos.
Así que… ¿cómo le fue a los niños preescolares al tratar de seguir estas recomendaciones? Desafortunadamente, no tan bien.
Resulta que menos del 1% tuvo suficiente actividad física, sólo el 17% comió suficientes frutas y verduras y sólo aproximadamente la mitad de los niños se alejaban de las bebidas sin azúcar, según el estudio. Sin embargo, en una nota positiva, el 81% de los niños terminó limitando el tiempo de la pantalla como se recomienda.
Así que, ¿por qué importa lo mucho que los niños siguen estas directrices? De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, alrededor del 9% de los niños de 2 a 5 años en el mundo son obesos. Los que son obesos en la infancia son mucho más propensos que los que no se convierten en adultos obesos. Pero incluso los niños que logran evitar los efectos físicos externos de una dieta no tan saludable y la rutina de ejercicios con ese increíble metabolismo infantil están formando hábitos que pueden tener dificultades más tarde en la vida.
Así que a medida que los niños vuelven a la escuela, es hora de que los padres hagan algún trabajo desde casa, también, a pesar de que es un verdadero dolor el hacer que tus hijos se preocupen por comer sus verduras.
Pero realmente los ayudarás mucho a medida que crezcan. La Asociación Americana del Corazón tiene algunos buenos consejos para fomentar hábitos saludables en los niños, como preparar arándanos o uvas como golosinas en lugar de dulces o atraer a tus hijos al hacer que te ayuden a hacer las compras y preparar la comida contigo.