Típico de los niños: no quieren comer nada o mueren de hambre. Usualmente parece que su mente funciona así ¿Cena? Sin hambre. ¿Hora de acostarse? Mueren de hambre. Negar comida a un niño que dice tener hambre a la hora de acostarse es una tarea difícil. Pero, lo último que queremos es que ese último bocado interfiera con el sueño. Entonces, ¿cuáles son los buenos snacks para los niños antes de dormir?
Probablemente no es necesario decirlo, pero ir a la cama con hambre no va a ayudar a dormir a un niño, de acuerdo con Riley Children’s Health en la Universidad de Indiana. Ofrecer un refrigerio alto en proteínas o fibra, en contraposición a una alta en carbohidratos y azúcar, ayudará a mantener a tu hijo más lleno, más tiempo. Riley Children’s Health sugiere ofrecer snacks como nueces, mantequilla de maní, yogur griego, hummus, huevos, frijoles, tofu, bayas y granos enteros.
Trata de asegurarte de que los aperitivos se comen una hora antes de acostarse, dice la Dra. Alison Mitzner, pediatra y mamá de dos, ya que comer demasiado cerca del momento de ir a la cama puede interrumpir el sueño. “Manténgase alejado de lo obvio: alimentos con altos niveles de azúcares (como el chocolate), ya que esto los mantendrá en pie, mantenga los alimentos altos en triptófano, lo que ayuda con el sueño”. Según Healthline, los alimentos ricos en triptófano incluyen huevos, queso y productos como el tofu.
La leche también es una buena opción, ya que contiene melatonina, un producto químico que el cuerpo produce para regular el ciclo de sueño. Un vaso de leche caliente puede ayudar a tu pequeño a relajarse antes de descansar.
“Los buenos bocadillos incluyen alimentos con proteínas y calcio”, dice el doctor S. Daniel Ganjian, pediatra y especialista en obesidad pediátrica del Centro de Salud Providence Saint John’s en California. “Una cálida taza de leche antes de ir a la cama definitivamente puede ayudar a su hijo a dormir más rápido Otras opciones incluyen queso cottage, yogurt con bajo contenido de azúcar o quesos en rodajas con algunas galletas”.
“Los lácteos son buenas opciones, ya que ayudan con el sueño (requesón, leche, yogur). Y si a su hijo no le gustan, entonces las nueces y los carbohidratos, como el pan integral o las galletas saladas, son una buena alternativa”.
Evita los alimentos con granos refinados y azúcares, dice Ganjian, como los de yogures con sabor, cereales dulces, galletas, pasteles y helados.
Los snacks a la hora de acostarse a menudo son inevitables, ya que los niños pequeños están creciendo. Mantener los bocadillos sanos e inteligentes mantendrá el vientre de tu pequeño lleno y listo para una gran noche de sueño. Así que adelante; dales ese último bocadillo nocturno.