Algunas madres luchan con la insuficiencia de leche, otras por otro lado, tienen que sacarse leche extra a cada rato para evitar sentirse llenas aunque su bebé ya haya comido. Sea cual sea tu situación, seguro quieres darle a tu bebé la mejor nutrición posible. Pero, ¿puedes sobrealimentar a un bebé amamantado?
Hay muchas razones por las que la sobrealimentación es básicamente imposible. Kristin Gourley, Consultora Internacional de Lactancia Certificada (IBCLC), de Lactation Link, explica que los bebés son muy buenos reguladores cuando se trata de la lactancia materna. “No consiguen un goteo constante de la leche o un bocado de la leche después de cada sesión de succión como hacen de la mamila, que es la diferencia cuando vienen las preocupaciones del sobrealimentar”.
Sin embargo, algunas mamás producen mucha leche y sus bebés pueden seguir mamando para la alegría de ellwa, incluso después de que estén llenos. De acuerdo con Gourley, si esto sucede, notarás que tu bebé escupe -a veces como si fuera vómito-. Pero no te preocupes: “Si el bebé está sano y gana peso bien y generalmente feliz (recuerde que todos los bebés tienen períodos de irritabilidad). Este escupir es más un problema de lavandería”.
¿Qué pasa con el aumento de peso? Los bebés amamantados pueden ganar “muchísimo” peso en el primer año, explica Gourley, pero seguirán teniendo un menor riesgo de obesidad más adelante en la vida, debido a los poderosos factores protectores de la leche materna. Lo que es maravilloso.
“La conclusión es escuchar a tu bebé y si está sano y creciendo, darle de comer cuando le pida y detenerse cuando él lo haga”.
Tania Archbold especialista de Servicios de Consultoría de Lactancia, agrega que los bebés que ganan peso rápidamente temprano en la vida (incluso aquellos que ocupan el percentil 90), generalmente se ralentizarán a medida que se vuelven más móviles, después de seis meses aproximadamente. Ella quiere que las madres sepan que la alimentación frecuente es común y necesaria en las primeras semanas. Así que no te alarmes y recuerda que le estás dando la mejor leche que podría beber.
Aunque probablemente no sea posible sobrealimentar a tu bebé durante la lactancia, siempre debes consultar con tu médico si tienes alguna preocupación. Puede ser reconfortante saber, sin embargo, que los bebés amamantados son excelentes reguladores y que la leche materna tiene beneficios increíbles para combatir la obesidad, de acuerdo con un artículo en Medicina Pediátrica y Adolescente, incluso si el bebé come demasiado.