Esta es una carta que hago con mucho amor a todas esas mamás que van comenzando este maravilloso mundo. No tengo la gran experiencia pues Lisa apenas cumplió 3 meses pero ahora con otro panorama, con más seguridad de lo que hago y con todo el amor que nació por Lisa, les comparto esto que escribí pensando en ustedes.
Sin duda alguna las primeras semanas son MUY COMPLICADAS, conozco muy pocos casos en los que las mamás primerizas hayan gozado esta etapa al 200% y no se hayan preocupado en lo más mínimo. Quienes sufren o no entienden del cambio ni del proceso, se lo guardan para no verse como “malas madres”, te lo digo yo que también pasé por eso.
Recuerda que lo malo pasa, pero lo bueno también. Cuando nació Lisa, los primeros días fueron MUY difíciles, me cuestioné muchas veces si yo había nacido para ser madre. Es normal, nuestra revolución hormonal está al 1,000, la inexperiencia nos apanica y el miedo se vuelve nuestro gran compañero. Miedo a que se enferme, miedo a no saber cambiar un pañal, miedo a que se te caiga, miedo a que no se esté alimentando bien, miedo a no ser buena madre, miedo a no estar haciendo bien tu papel como esposa… Miedo a todo. Fueron semanas de confusión, de no dormir bien, de no entenderla en sus necesidades.
Yo también tuve problemas en la lactancia, se me hicieron bolitas, no sabía como darle pecho, no entendía por qué en las fotografías se veía tan fácil, por qué todos decían que era lo más hermoso… ¡No entendía! Yo la sufrí, pero nunca tiré la toalla. Al contrario, busqué una asesora, leí, veía tutoriales, y me prometí que iría día a día, “solo por hoy”.
Comencé con metas cortas: Un mes, dos meses y ahora vamos en los 3 meses y todo es maravilloso. Yo también lloré cuando se agrietaron mis pezones por un mal agarre, yo también dije: ¿Qué es esto?… Pero te tengo una noticia, todo pasa y todo mejorará. Te lo prometo, amarás la lactancia.
Yo también me asusté al ver mi cuerpo, no entendía porqué estaba tan hinchada, dudaba que recuperaría mi cuerpo, yo también lloré al verlo y decir… ¿Y ahora?, pero fue mi esposo quien me recordó que acababa de tener a mi bebé, me recordó lo maravilloso que era mi cuerpo y me prometió que se comprometería conmigo a recuperarlo. Y ahí voy, aún me quedan unos kilos encima pero estoy orgullosa de ellos, me acepto tal cual soy y agradezco la oportunidad de haber sido madre.
Yo también tuve cambios emocionales, me entraban golpes de alegría y después de tristeza, me cuestioné muchas veces el gran cambio. Estábamos muy preparados con el tema de ser padres, pero no te voy a mentir, al verla en casa me dije: ¿Algún día volveré a hacer lo que me apasiona?… y créeme, lo lograrás. Nuestras hormonas regresarán a su lugar, creaste vida durante 9 meses, tienes que darte permiso.
Castigamos tanto a nuestro cuerpo que muchas veces se nos olvida la máquina perfecta que es. Creó vida, formaste a un ser humano… ¡QUÉ GRAN TRABAJO!
No sé que tan bien o que tan mal la estés pasando… A algunas personas se les facilita el cambio, a otras les cuesta más trabajo. Es importante la adaptación, la conexión entre los tres, el estar solos para conocerse… Es importante el tiempo, quien será tu mejor aliado.
Goza esta inexperiencia, goza esas desveladas, goza esos momentos de confusión porque se acabarán… Así como estás tú, yo también estuve y créeme que todo mejorará. Te abrazo a distancia y te digo con todo mi amor: “Todo pasará”. Te dejo una fotografía muy personal que me tomé durante esas desveladas en donde sentía que todo era MUY difícil y justo me la tomé con el objetivo de recordar ese primer mes.
PD 1 Compártelo con tus amigas que también la pasaron como nosotras, el apoyo entre mujeres en este momento es vital
PD2 Recuerdo que yo buscaba a alguien que estuviera viviendo lo mismo que yo
PD3 Lisa cumplió 3 meses ¡QUÉ GOZADERA!