Mientras que puedes sentirte muy cómoda utilizando las aplicaciones para hacer casi todo, es posible que aún vaciles cuando se trata de enseñar a tus hijos sobre la tecnología. Después de todo, los padres de hoy crecimos sin la misma variedad de dispositivos a los que nuestros hijos tienen acceso. Eso hace que sea difícil responder a preguntas como, “¿Cuándo están los niños listos para su propio smartphone?”
“En vez de una fecha en el calendario, considera los puntos de independencia como maneras para que tu hijo demuestre que está listo”, escribe la experta en medios Devorah Heitner, autora de Screenwise: Ayudando a los niños a adaptarse (y sobrevivir) en el mundo digital.
Según Heitner, los tres puntos más importantes de la independencia que señalan la disponibilidad de un smartphone para tu hijo son la capacidad de manejar el conflicto, la decepción y la privacidad. Señala que aunque la seguridad es la principal preocupación de los padres con los teléfonos celulares, los problemas sociales y emocionales son en realidad un problema mayor.
Por ejemplo, piensa en los problemas relacionados con los teléfonos inteligentes con los que has tenido que lidiar. ¿Alguna vez has leído mal el tono de alguien en un mensaje de texto y erróneamente concluiste que esa persona estaba enojada contigo? ¿Te sentiste triste cuando descubriste en Facebook o Instagram que tus amigos salían sin ti? ¿Alguien ha compartido alguna vez algo que te escribió en un texto sin tu permiso? Es bastante difícil estar en los 30 y lidiar con estas situaciones. Así que entes de darle a tu hijo un teléfono propio, debes saber que es lo suficientemente maduro para resolver conflictos, regular las emociones negativas y entender qué no compartir.
Esta es la razón por la cual la tutoría sobre el teléfono es tan importante. Heitner señala que la mayoría de los padres ven un smartphone como una conveniencia, que hace más fácil para ellos mantenerse en contacto con sus hijos. De hecho, dar a tu hijo su propio teléfono es “una responsabilidad de los padres”, dice. Antes de tomar esta gran decisión, pregúntate qué resultados esperas. También considera lo que tu hijo quiere hacer con un teléfono inteligente. No tienes que agregar aplicaciones de medios sociales de inmediato, dice Heitner. En su lugar, puedes iniciar a tu hijo en mensajes de texto y navegación por Internet móvil.
Por otra parte, Heitner nos recuerda, muchos niños ya utilizan plataformas de medios sociales como Facebook en la computadora. Algunos padres tienen la ilusión de que un teléfono es una gran cosa, pero de hecho sus hijos ya pueden tener un canal personal de YouTube, una cuenta de Facebook, etc. E incluso si tu hijo no tiene un teléfono todavía, podría estar expuesto a material perturbador con un amigo o en el teléfono de su compañero de clase.
La conclusión es que todos los controles parentales digitales en el mundo no garantizarán que los niños nunca utilicen la tecnología de manera inapropiada. Heitner aconseja a los padres a hablar con sus hijos sobre la gama de material perturbador en Internet. Estas conversaciones varían dependiendo de la edad de tu hijo, pero lo más importante es que sepa que siempre puede hablar contigo.
Mucho antes de que tus hijos estén listos para su propio teléfono, ellos aprenden cómo usar uno observándote. Así que la mejor manera de empezar a orientar a tus hijos en hábitos de teléfonos inteligentes es modelar el comportamiento que deseas ver en ellos. Observarte a ti misma en el transcurso de un día ayuda. ¿Duermes con tu teléfono cerca de su cama? ¿Lo revisas a primera hora de la mañana antes de hacer otra cosa? Heitner sugiere hacerte estas preguntas para evaluar las áreas de mejora por ti misma.
Una vez que decidiste que tus hijos están listos para tener su propio smartphone recuerda que un teléfono es una responsabilidad, no un juguete, así que espera hasta que tu hijo y tú tengan tiempo para concentrarse en aprender a usar el teléfono sabiamente.