Puede ser abrumador cuidar a tus bebés cuando están enfermos y tienen fiebre. Parecen tan desamparados e indefensos, y algunas veces, ni todas la compresas frías y apapachos del mundo hacen nada para aliviar su incomodidad. Todo lo que deseas para ellos es que descansen lo suficiente para mejorar, pero muchas veces tampoco es probable. Especialmente porque muchos niños (y adultos) son propensos a tener pesadillas con fiebre. Pero, ¿es más probable que los niños tengan pesadillas con fiebre o es solo una especie de coincidencia?
La pediatra Dra. Sarah Kohl, lo explica: “Sí, los niños a menudo tienen pesadillas cuando tienen fiebre. Es angustiante para los padres, pero a menudo no tiene importancia médica”. Como señala Science Focus de la BBC, la explicación simple de por qué sucede esto es que la temperatura afecta la forma en que funciona el cerebro.
Durante REM (movimiento ocular rápido), el control de temperatura del cuerpo es pobre, por lo que la fiebre puede provocar un REM más alto de lo normal durante el sueño. Esta temperatura más alta provoca una actividad excesiva en el cerebro, lo que puede dar lugar a pesadillas, imágenes vívidas o incluso alucinaciones. Dado que los niños, en general, son más sensibles y tienen cerebros en desarrollo, pueden ser más susceptibles al tipo de pesadillas que resultan de los cambios de temperatura debido a las fiebres (o incluso comidas picantes y el sobrecalentamiento por exceso de ropa).
Como mencionó Kohl, las pesadillas no tienen ningún significado médico, pero eso no las hace menos estresantes o angustiosas para tu hijo (o para ti). Las imágenes vívidas que el cerebro está procesando pueden parecer tan reales como las emociones que pueden desencadenar. Cuando los niños se despiertan de una pesadilla, sus imágenes todavía son frescas y pueden parecer reales, de acuerdo con Kids Health. Por lo tanto, es natural que sientan miedo y enojo y te llamen para que los consueles.
Las pesadillas no se pueden prevenir, pero hay cosas que puedes hacer para alentar un buen sueño y dulces sueños. Según National Sleep Foundation, es más importante escuchar a tu hijo y tratar de comprender cómo se siente o a qué le tiene miedo. No descartes sus miedos como tontos, sino tranquilízalos diciéndoles que están a salvo y atendidos. Enseñarles a los niños cómo sobrellevar y ser valientes también es importante, ya que luego podrán traducir estas habilidades a otras experiencias temerosas más adelante en sus vidas.
Ser creativo (como usar “spray anti monstruos” para alejarlos antes de acostarse), desalentar la oscuridad como algo a lo que temer, usar mantas de seguridad o ropa interior y usar una luz de noche o abrir la puerta del dormitorio puede ayudar a los niños a sentirse más seguros y cómodos por la noche.
Tener una rutina predecible y relajante a la hora de acostarse, y asegurarte de que el niño esté descansado adecuadamente y no se sienta demasiado cansado a la hora de acostarse es clave para minimizar las pesadillas y su intensidad general, según la Clínica Mayo. Por supuesto, esto es más difícil de hacer cuando los niños están enfermos, ya que su fatiga general se vuelve más difícil de medir, pero permitirles dormir o acostarse antes podría causar menos pesadillas.
Si notas que tu hijo tiene pesadillas regularmente, bajar la fiebre puede ser un primer paso. Un trapo frío, un baño tibio y bebidas frías o paletas heladas pueden ayudar a bajar la temperatura de tu pequeño. Si la fiebre parece alta, o es claramente incómoda, habla con su médico acerca del mejor medicamento y la dosis adecuada para aliviar su dolor.
Enfermarse es una parte inevitable de la vida de nuestros hijos y tener fiebre va de la mano con eso. Desafortunadamente, esas fiebres pueden tener efectos en sus pequeños cuerpos fuera de la enfermedad real. Si tu pequeño sufre de pesadillas debido a su temperatura corporal aumentada, seguramente te sentirás abrumada. Tranquilizar a tu hijo y continuar las rutinas y prácticas de sueño saludables y seguras puede aliviar sus mentes. Y los abrazos extra, los besos y los mimos también ayudarán.