El embarazo parece estar lleno de fases. Hay una fase en la que cualquier cosa que huele a horneado te hará tirar tus galletas. Otra en la que no haces más que comer galletas. Y una más en la que piensas en comer galletas, pero abandonas la idea porque hacerlo parece una idea realmente terrible. ¿Por qué hay tal fluctuación en el apetito? ¿Por qué en el tercer trimestre ya casi no tienes hambre?
Resulta que hay algunas razones posibles detrás de la falta de apetito en el tercer trimestre, según The Journal of Clinical Nursing. El primero, y el más común es que simplemente no hay espacio para comer. El bebé y su placenta están ocupando demasiado dentro del torso de la madre y esa presión se apoya en el estómago y el intestino, causando una sensación de “plenitud” y disminuyendo el apetito de la madre. La otra razón principal para la falta de apetito no es tan fácil de explicar. De acuerdo con el metabolismo, las mujeres que sufren de depresión relacionada con el embarazo a menudo notan una marcada disminución en su apetito ya que su embarazo y depresión continúan en el tercer trimestre.
La partera británica Tess Brown, dice que esa pérdida de apetito en realidad es muy común. “La mayoría de las madres notarán una disminución en su nivel de hambre generalmente más adelante en su embarazo. Su bebé ocupa mucho espacio y ejerce mucha presión sobre el estómago, el intestino, los pulmones y el esófago”. Ella dice que esto provoca un aumento del reflujo, una sensación de plenitud y una disminución del movimiento de los alimentos y el gas a través del intestino. “Tu digestión realmente alcanza un ritmo de avance más adelante. Esto no solo te hará sentir menos hambre, sino que también puede ser muy doloroso”.
¿Y sobre el aspecto de la depresión? Brown dice: “Desafortunadamente, la depresión y el insomnio van de la mano con el apetito. Si bien puede inclinar el péndulo en cualquier dirección para su apetito, probablemente se verá afectado sin importar qué; es un círculo: te deprimes y no puedes dormir y luego estás demasiado cansada para comer. O duermes demasiado y luego te des unos atracones tremendos”. Ella dice que la depresión durante el embarazo es más común de lo que piensas y debes hablar con tu doctor al respecto.
Brown señala que en ambas situaciones, el remedio es intentar comer varias comidas pequeñas durante el día que no alteren tu estómago y ayuden a la digestión. Piensa en granos enteros, frutas, verduras y mucha agua. También dice que tomar largas caminatas o hacer ejercicio puede ayudar a estimular el apetito y mantener la digestión avanzando.