Últimamente me he encontrado varios casos de mamás y/o papás que les ponen la televisión o les prestan el celular a sus hijos pequeños por horas, y al preguntarles por que lo hacen, la respuesta más común es “por que a mi bebé le gusta” ¿De verdad les gusta o solo les llama la atención el cambio rápido de imágenes y colores?
Muchos papás usan la TV como herramienta para entretener a sus hijos mientras aprovechan para realizar otras actividades. Pero realmente ¿Sabes cual es el daño que le estás ocasionando a tu bebé?
Cada vez es más común encontrar a niños viendo la televisión o jugando con el celular o la tableta y sin un motivo más que de niñera, los niños pequeños no obtienen nada al ver la tv, al contrario son más los efectos negativos en el desarrollo del idioma, destrezas de la lectura y memoria a corto plazo, problemas en el sueño y la atención entre otros. Los niños pequeños necesitan tocar las cosas, sacudirlas, tirarlas, manipularlas, escuchar sonidos e interactuar con personas para aprender mejor el mundo que los rodea. El cerebro tarda aproximadamente dieciocho meses para poder desarrollarse al punto de entender que las imágenes de la pantalla tienen un equivalente al mundo real.
El ojo es otro de los factores por los que debemos limitar o excluir el uso de la televisión en niños pequeños, los niños desde que nacen tienen una visión muy limitada y casi nula, es decir solo ven manchas y algunos destellos de luces, su manera de reconocer a sus papás es a través del olfato, conforme van pasando los meses su visión va mejorando, pero todavía les cuesta trabajo focalizar o fijar una imagen, tardan entre seis y nueve meses para tener una visión más clara, esto debido al desarrollo paulatino de los conductos oculares que terminan de desarrollarse hasta los ocho años aproximadamente. Al ponerle la televisión interfieres con el adecuado desarrollo del aparato visual y puedes ocasionar en tu bebé problemas de la vista.
Un niño pequeño aprende mucho más investigando y pegándole a los sartenes en el piso mientras su mamá hace la comida, que viendo una pantalla durante el mismo tiempo, ya que existe una interacción con mamá al estar observando lo que hace y relaciona el sonido con el golpe de sus manos sobre el sartén. Normalmente los papás hablan aproximadamente 940 palabras por hora cuando están cerca de sus bebés, con la televisión prendida el número disminuye a 770, menos palabras menos aprendizaje del lenguaje.
Después de los dos años las cosas son diferentes, existen programas como complementos al preescolar que permiten a los niños aprender mediante la televisión educativa. Un programa bien diseñado y con fundamentos de aprendizaje puede facilitar en el niño temas de lectura, matemáticas, ciencias, resolución de problemas y comportamiento pro social entre otros. Independientemente del contenido lo mas recomendable es limitar al niño mayor de dos años a dos horas al día con intervalos.
No se trata de que ya mañana tires todas las televisiones de tu casa y nunca más permitas que tu hijo vuelva a ver una televisión, es importante tener un equilibrio, es preferente que si tienes una actividad por realizar lo entretengas con juguetes, que viendo la televisión, pero si un día es tu único recurso utilízalo, compensando el tiempo con otra actividad como leer un cuento, cantar una canción jugar con él etc.