El embarazo cambia muchas cosas, incluida la forma en que funciona tu cuerpo. Y mientras esperas el día en que nazca tu bebé y tu cuerpo vuelva a la “normalidad”, lleva tiempo recuperarse físicamente del parto. Por ejemplo, el control urinario. La incontinencia después del trabajo de parto y el parto es común y hay algunas maneras de evitarla después de tener un bebé.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Incontinencia, la incontinencia urinaria afecta a 25 millones de adultos tan solo en los Estados Unidos y el 75-80% de esos adultos son mujeres. Si quieres dejar de orinar incontrolablemente después de tener un bebé, Missy Lavender, fundadora de Women’s Health Foundation, un grupo sin fines de lucro que educa a las mujeres sobre la salud pélvica, le dijo a Fit Pregnancy:

“Haz Kegel inmediatamente, en tu cama de hospital”. Sin embargo, los ejercicios de Kegel, que ayudan a mantener fuertes los músculos pélvicos y que se sabe que combaten la incontinencia urinaria, pueden no ser suficientes por sí solos. Así que además de ellos, estos son algunos otros pasos que puedes seguir para poner fin a la incontinencia urinaria:

Kegels.
Como se mencionó anteriormente, los ejercicios de Kegel son relativamente simples y puedes incorporar algún tipo de entrenamiento de la fuerza pélvica en tu rutina posparto. Cuanto antes mejor. Puedes encontrar los músculos del piso pélvico al intentar detener la micción a mitad de camino (aunque hacerlo continuamente aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario). Una vez que los encuentres, apriétalos durante cinco segundos a la vez, luego descansa y repite, trabajando hasta 10 segundos con 10 repeticiones, tres veces por día. Para garantizar la forma correcta, no contengas la respiración o aprietes el abdomen, muslos o el trasero.

Cuídate.
John Hopkins Medicine enfatiza la importancia de vigilar tu dieta para recuperar el control de la incontinencia después del parto. Obesidad y sobrepeso se asocian directamente con la incontinencia urinaria, por lo que perder algo de peso obtenido durante el embarazo puede ayudar con la fuga de la vejiga. También se sugiere que las mujeres posparto eviten o usen con moderación, cosas como el alcohol, edulcorantes artificiales, chocolate, cafeína, bebidas carbonatadas y comidas picantes.

“Entrena” a tu vejiga.
Además de Kegels, también puedes entrenar tu vejiga para “ir” cuando es el momento, y “sostenerla” cuando no es así. Tomará un poco de paciencia y continuidad, pero al alargar gradualmente el tiempo entre viajes al baño, fortaleces tus músculos. La Clínica Mayo sugiere esperar 10 minutos para comenzar, y luego agregar minutos adicionales a ese tiempo base para ir cada 2-3 horas. También puedes pre-programar cuándo ir, incluso si no tienes “el impulso” que es ir al baño, espera unos minutos y luego vuelve a intentarlo.

Medicación o inyección.
Según la Clínica Mayo, hay una variedad de medicamentos e inyecciones que puedes ponerte para ayudar a relajar los músculos de la vejiga, aumentar la cantidad de orina que puedes tener o rejuvenecer el tejido.

Tratamiento de piso pélvico.
Hay terapia física para la mayoría de los problemas relacionados con el cuerpo, entonces ¿por qué no tu vejiga? La fisioterapia pélvica existe, aunque no todas las oficinas de médicos lo ofrecen. A menudo se lo menciona de diferentes maneras, pero The Methodist Clinic dice que es “esencialmente un tratamiento no invasivo y no quirúrgico para la incontinencia fecal y/o de estrés mediante la estimulación eléctrica de los músculos del piso pélvico”. Al utilizar la estimulación eléctrica y electromagnética (con o sin sondeo interno) en el consultorio de tu médico o el hogar, puedes fortalecer los músculos del piso pélvico y reducir las fugas.