¿Qué pasaría si existiera un elixir mágico que mejorara aspectos clave de la vida y el bienestar de tus hijos? Pues según un nuevo estudio de la Universidad de Pensilvania, darle pescado a tu niño al menos una vez a la semana podría ayudarles a dormir mucho mejor y aumentar su coeficiente de inteligencia. En serio, después de conocer los prometedores resultados de este estudio, los padres de todas partes aprenderán algunas recetas de pescado aptas para niños lo antes posible.
A pesar de todas sus implicaciones que pueden cambiar la vida (o al menos alterar la dieta), la investigación publicada esta semana en la revista Nature Reports es bastante sencilla. Al preguntar a un grupo de 541 niños de entre 9 y 11 años en China sobre sus hábitos de comer pescado, el equipo de investigación determinó que los que informaron comer pescado al menos una vez a la semana tendían a experimentar menos trastornos del sueño. Quizás aún más sorprendente, también obtuvieron un promedio de 4.8 puntos más en una prueba estandarizada de inteligencia china que mide las habilidades verbales y no verbales que los niños que comieron pescado rara vez o nunca.
Los investigadores aprendieron sobre los hábitos de sueño de los niños al hacer que sus padres respondieran cuestionarios sobre cuánto dormían generalmente, con qué frecuencia se despertaban durante la noche y con qué frecuencia dormían durante el día, según un comunicado de prensa. .
Según Science Daily, el equipo de investigación -que incluye a Jianghong Liu, Jennifer Pinto-Martin y Alexandra Hanlon de la Escuela de Enfermería y al profesor Adrian Raine- cree que un mejor sueño podría ser el eslabón perdido entre el consumo de pescado y el aumento inteligencia.
Por supuesto, no es novedad que haya algunas ventajas reales asociadas con comer pescado. Según Healthline, comer ciertos mariscos puede ayudar a combatir la depresión, reducir el riesgo de una persona de enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, ayudar a prevenir el asma en los niños y más. Pero Samantha Heller, nutricionista clínica senior del Centro médico de la Universidad de Nueva York que no participó en el estudio, le dijo a HealthDay que es importante que los padres mantengan estos hallazgos en perspectiva cuando planifican las comidas de la semana:
“No es que comer pescado no sea saludable en sí, pero hay cuestiones que deben tenerse en cuenta antes de que los padres se pasen de la raya alimentando de peces a sus hijos para que sean más inteligentes y duerman mejor… La preocupación por comer pescado no es solo la sobrepesca de nuestros mares, sino también la cantidad de mercurio, una neurotoxina, que se encuentra en los peces. Una dieta sana y equilibrada, suficiente ejercicio y tiempo limitado de computadora y pantalla pueden ayudar a los niños a dormir mejor y a rendir mejor en la escuela”.
Por supuesto, los padres tendrán que tomar la decisión de si comer más pescado es el llamado correcto para sus familias individuales, pero esta evidencia sugiere que podría ser un buen movimiento.