Recientemente, ha habido más comentarios sobre la relación entre el peso previo al embarazo y la gestación saludable. Entonces, ¿deberías perder peso antes de quedar embarazada o es realmente solo una directiva para mujeres específicas?
Hace unos años, un estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés) descubrió que las mujeres con sobrepeso, incluso con un sobrepeso moderado, tenían un riesgo mucho mayor de abortos espontáneos, complicaciones del embarazo y muerte fetal.
El estudio evaluó miles de incidentes de muerte fetal intrauterina, aborto espontáneo, muertes perinatales, neonatales e infantiles, junto con la observación del índice de masa corporal (IMC) previo al embarazo de la madre. Los resultados del estudio fueron, honestamente, asombrosos e impactantes para muchas mujeres. La investigación sugiere que le corresponde a una mujer tener un peso saludable antes de quedar embarazada.
Otros estudios y las personas se molestaron con estos resultados, pero el equipo de investigación estudió cómo podría argumentarse que se trata de correlación, no de causalidad, porque las mujeres con sobrepeso a menudo tienen problemas como presión arterial alta o mala alimentación, pero las cifras aún suman. En pocas palabras: si tienes sobrepeso antes de quedar embarazada, tus riesgos de un resultado adverso son más altos que si tienes un peso saludable.
Pero, ¿deberías perder peso antes de quedar embarazada si solo tienes un sobrepeso moderado? De acuerdo con el estudio, sí. El estudio utilizó el IMC como la medida del peso adecuado, y esa es una puntuación basada en tu peso y altura. Los Institutos Nacionales de la Salud tienen una calculadora en su sitio web en la que pones tu altura y peso en imperial o métrico, y te dice cuál es tu IMC, y si es saludable. Se determinó que un IMC de 25 o más era un factor de riesgo para el embarazo, pero no se encontró un IMC óptimo. Eso significa que, mientras estés entre 18.5 y 24.9, estás en el rango seguro.
En cuanto a cómo se pierde peso, es principalmente solo rutina. Despierta, come bien, haz ejercicio, bebe agua, ve a dormir. A veces ayuda tener responsabilidad y que las personas en quienes confías te mantengan a raya, pero a veces, los más cercanos a ti pueden ser tus principales facilitadores. Por eso a la gente cercana, debes pedirles apoyo.
Habla con tu gineco-obstetra, mira lo que dice sobre tu peso y cómo cree que debes hacerlo. Muchos obstetras-ginecólogos trabajan con nutricionistas y entrenadores, y pueden orientarte en la dirección correcta. O tal vez deberías comenzar a usar el tiempo que tomas para hacer ejercicio para estar sola y hacer algo por ti.