Tratar con un niño enfermo es estresante. Ya sea una infección de oído o algo más serio, suceden muchas cosas cuando cuidas a un niño que no se siente al 100%, especialmente si le prescriben un antibiótico como amoxicilina para ayudar a aclarar la infección. Los médicos son inflexibles sobre no perder una dosis, pero ¿qué sucede si lo haces? Con todas las preocupaciones acerca de las bacterias resistentes a los antibióticos, tal vez quieras darle dos dosis de antibióticos a su hijo si te falta una, pero hoy te explicamos porqué no debes hacerlo.
Contrariamente a la creencia popular, cuando se consideran medicamentos, los niños no son solo adultos pequeños. Sus cuerpos procesan las cosas de manera diferente a la tuya. Si bien es posible que no lo pienses dos veces antes de dar esa doble dosis, no deberías hacerlo con los niños. Según el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña (NHS), si olvidas una aplicación de antibióticos, debes administrarla tan pronto como recuerdes. Sin embargo, si está cerca (dentro de unas horas) de la hora en que normalmente administrarías el medicamento, omite la toma y espera hasta el próximo período de administración. No administres a los niños más de una dosis a la vez a menos que tu médico te lo indique específicamente.
Los antibióticos son extraños y debes ser muy prudente al usarlos. El uso excesivo de antibióticos ha creado a algunas superbacterias terribles como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) y el Staphylococcus aureus resistente a la vancomicina (VRSA), según un estudio reciente en Pharmacy and Therapeutics.
Una de las razones por las que esto sucedió es que los antibióticos generalmente están recetados en exceso. Esto está mejorando en los últimos años, pero todavía se usan con demasiada frecuencia. Al igual que si bebes un vaso o dos de vino todas las noches, te tomará más tiempo hacerte sentir como si estuvieras borracho que si nunca bebes. Las bacterias se vuelven resistentes y mutantes, evolucionando para resistir el antibiótico.
La farmacéutica Nicola Otuskaya de Brooklyn, Nueva York, lo explica mejor: “Si su hijo omite una dosis de antibióticos, désela de inmediato. Si es el momento de la siguiente, dele solo una toma, no dos”. Ella dice que le preguntes al pediatra todas las dudas que tengas sobre las dosificaciones adecuadas.
Ten cuidado con los antibióticos, pero no te asustes si olvidas dar una toma. Administra la dosis omitida o espera hasta la próxima. No te rindas: cuidar a un niño enfermo es difícil y nadie es perfecto todo el tiempo.