Recientemente ha habido un interés en la ciencia sobre qué pasa cuando los papás hacen cosquillas a sus hijos. ¿De verdad lo disfrutan o en realidad es algo molesto? Lo que sucede en el cerebro de tu hijo cuando le haces cosquillas puede realmente sorprenderte.
La loca verdad es que hay evidencia que sugiere que hacer cosquillas a bebés muy pequeños, es decir, bebés menores de 3 meses, podría hacer más daño que bien. Según estudios recientes, tu bebé no sabe que eres tú quien lo está haciendo. Simplemente sienten una sensación extraña que les obliga a reír y no pueden identificar la fuente o la razón para ello, señaló Science Daily.
Imagina estar privada de tus sentidos. No puedes oír, ver o hablar, sino reír o gritar. No puedes evitar reír, esa es la reacción natural de tu cuerpo a las cosquillas, pero también estás aterrorizado. ¿Quién te hace eso y por qué? Eso es lo que este estudio dice que tu bebé experimenta.
Cosquillas, y su risa correspondiente, es un fenómeno muy singular que se observa en los humanos que es diferente de todos los otros mamíferos, incluso primates como los chimpancés que también realizan actividades de cosquilleo, según Charles Darwin. Existe un vínculo ontogenético distinto entre la respuesta cosquilleo/risa y el desarrollo del humor social y la risa, según la Psicología Biológica.
A través de las risas, los niños aprenden las modalidades de los diferentes afectos y desarrollan el comienzo de su propio sentido del humor, incluso si comprenden en abstracto que las cosquillas no siempre son agradables.
Por otro lado, los bebés menores de 3 meses están completamente atrapados en la sensación sin la capacidad de expresar miedo, confusión y sin poder discernir a la persona de quien se origina la sensación. No pueden decirte que te detengas y no pueden evitar reír.
Dicho esto, ¿qué sucede en el cerebro de tu bebé cuando le hacen “cosquillitas” después de los 3 meses de edad pero antes de la niñez? Básicamente, es lo mismo que les sucede a los niños mayores, pero con un poco más de control en la respuesta, según Neuroimage. Todavía están trabajando, todavía están aprendiendo, pero esas sinapsis aún no están allí.
Sin embargo, ya no es la jaula de pesadillas que era antes. Ahora, es posiblemente una confusión divertida y saben que tú se los haces y que es con la intención de hacerlos reír.
Así que tal vez espera hasta que tu bebé sea un poco mayor antes de convertirte en el monstruo del cosquilleo. No te preocupes, llegará a un punto en el que piense que es realmente gracioso y te lo hará saber.