Por lo general, los bebés eligen uno de dos métodos de alivio de la boca basados en la boca. Uno es usar un chupón y el otro chuparse el pulgar. Y aunque ambos hábitos son difíciles de abandonar, es casi imposible que los niños abandonen el hábito de chuparse el dedo. El chupón puedes quitárselos, pero sus pulgares son para siempre. Entonces, no es de extrañar que tantos padres desesperados quieran saber cómo lograr que los niños dejen de chuparse los dedos. Afortunadamente, hay, de hecho, más de unas pocas maneras en que puedes convencer a tu hijo para que deje de hacerlo.
- Habla con él sobre eso. No le digas que es malo chuparse los dedos y definitivamente evita avergonzarlo. En su lugar, intenta descubrir por qué lo está haciendo e intenta encontrar artículos de reemplazo que pueda sostener o abrazar en lugar de chuparse los dedos.
- Usa curitas. Aunque no lo creas, colocarlas en los pulgares es una buena técnica. Hace que los niños sientan que la textura no es la misma y pierdan el interés en el pulgar. Pero eso sí, debes ser muy constante y cambiarlos diario, para evitar humedad en el dedo y que el bebé los despegue solo.
- Dale algo para morder. Hay collares y pulseras que son masticables y les sirven para cambiar esa fijación oral por el dedo. También antes de dormir, que es cuando usualmente lo hacen más, dales algo para que calmen su ansiedad por el dedo, como un peluche o una cobijita.
- Desarrolla un sistema de recompensas. Al igual que muchos padres utilizan estampitas y pequeños sobornos para que sus hijos dejen el pañal con éxito, lo mismo se puede hacer para chuparse el dedo. Siempre que tu hijo no lo haga, dale una calcomanía de buen comportamiento. Antes de que te des cuenta, entenderá la idea.
- Establece algunas reglas. A veces, establecer límites razonables es una excelente manera de guiar a tu hijo hacia un comportamiento específico. Entonces, en este caso, hazle saber que no se chupa el dedo en la mesa, pero que puede hacerlo durante una hora después, en su habitación. Por supuesto, también necesitas ser flexible, porque mientras más ejerzas presión, más seguirá haciéndolo.