Durante mucho tiempo se ha entendido que las opciones y el entorno de la madre durante el embarazo, como la dieta y vitaminas, tienen un impacto en la salud y el desarrollo de su bebé. Sin embargo, investigaciones más recientes revelan que el bienestar de un padre también juega un papel importante en el desarrollo de sus hijos. Por ejemplo, como descubrió un estudio reciente, el estrés de un padre puede impactar sorprendentemente el desarrollo del cerebro de sus hijos.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, dirigidos por la neurocientífica Tracy Bale, descubrieron que el nivel de estrés de un padre podría afectar el desarrollo cerebral de su descendencia. El estudio halló que el estrés cambia la composición del esperma del padre, según The Sunday Times.
Bale y su equipo descubrieron que incluso cambios leves pueden tener un gran impacto en el desarrollo y la salud de futuros bebés. Los cambios involucran el micro ARN del esperma, un material genético que ayuda a determinar qué genes se convierten en proteínas funcionales. Estas proteínas afectan el desarrollo del cerebro y podrían hacer que los niños sean más vulnerables al estrés y condiciones como trastorno de estrés postraumático, de acuerdo con Daily Mail.
Los hallazgos del estudio sugieren que “incluso los problemas ambientales leves pueden tener un impacto significativo en el desarrollo y, potencialmente, la salud de los futuros descendientes”, informó Science Daily. Al determinar los vínculos entre el estrés paterno y los riesgos para su descendencia, tanto padres como investigadores pueden hacer más para comprender, detectar y reducir estos riesgos.
Este no es el primer estudio que sugiere que las elecciones de salud y estilo de vida de los hombres afectan a su descendencia. Joanna Kitlinska, PhD, profesora asistente de bioquímica y biología molecular y celular en la Universidad de Georgetown, examinó docenas de estudios sobre salud paterna e infantil. Ella descubrió que “la edad paterna, el estilo de vida y ciertas exposiciones pueden tener un impacto en los niños”. Kitlinska dijo que la dieta, la bebida y el tabaquismo pueden contribuir a defectos de nacimiento, autismo, obesidad, enfermedades mentales y otros problemas, según WebMD.
La revisión del estudio de Kitlinska también encontró que el estrés de un padre era un factor que contribuía a la salud de su descendencia. Los padres con altos niveles de estrés pueden producir niños con problemas de conducta y el estrés parece alterar ciertos genes que se transmitieron a la descendencia en ensayos con animales.
Otro factor que impacta enormemente en la descendencia es la obesidad paterna. Kitlinska encontró que los hombres obesos tienen más probabilidades de tener hijos en riesgo de obesidad. Además, estos niños tienen un mayor riesgo de diabetes, metabolismo anormal y ciertos tipos de cáncer. Se cree que la obesidad y la mala nutrición causan cambios en los genes de los padres relacionados con estas afecciones.
Sin embargo, los espermatozoides no son el único aspecto de la reproducción masculina que influye en la salud de los niños. Un estudio reciente realizado por el Instituto Robinson en la Universidad de Adelaide encontró, según su directora y profesora principal, Sarah Robertson:
“Descubrimos que no solo el esperma, sino toda la composición del líquido seminal desempeña un papel importante en el establecimiento de la salud futura de la descendencia”.
Estas investigaciones proporcionan información valiosa sobre el papel que los padres juegan en la salud y desarrollo de sus hijos antes desde antes de nacer. En lugar de atribuir la responsabilidad total a las madres, las parejas pueden trabajar juntas para limitar el estrés.