Desafortunadamente, vomitar y el embarazo simplemente van juntos y la mayoría de las mujeres sufren de náuseas en algún momento del primer trimestre. Pero, ¿cuánto vomito es demasiado durante el embarazo y cuándo debes preocuparte? La buena noticia es que no es necesario medir cantidades de vómito. Pero debes prestar mucha atención a cómo te sientes.
En general, vomitar es normal y generalmente no es peligroso. De hecho, según la American Pregnancy Association, el 85% de las mujeres embarazadas experimentan náuseas y vómitos. Para algunos desafortunadas, sin embargo, que esto sea constante es síntoma característico de la hiperemesis gravídica, una condición que puede llevarte al hospital.
Y cuando las madres no pueden controlar nada, incluida el agua, los médicos se preocupan por el riesgo de deshidratación. “Cuando una mujer vomita repetidamente, pierde agua y sal, y si no ingiere nada, entra en estado de inanición y su cuerpo comienza a producir cetonas”, explica el Dr. Bradley Price, obstetra y ginecólogo de Texas.
Price alienta a las mamás embarazadas a consultar a sus médicos si se sientan mal diario: “No sufra en silencio”, dice. Si estás realmente mal, no es la cantidad de vómito lo que importa, sino tu capacidad para mantener bajos los alimentos básicos, especialmente el agua. Para evitar la deshidratación y la inanición, Price les dice a las madres “que se relajen, descansen y que consuman algunas bebidas electrolíticas, como Gatorade”. También puedes consumir jengibre, que ha demostrado ser útil. En casos severos, tu médico incluso podría recetarte medicamentos.
También puedes examinar tu vitamina prenatal, dice Price, porque las vitaminas prenatales que incluyen sulfato de hierro en realidad podrían estar causándote más náuseas. Si es posible, solicita a tu médico una prescripción de vitamina prenatal en lugar del tipo genérico.
Curiosamente, nadie sabe exactamente qué causa las náuseas matutinas, aunque hay teorías. Discover Magazine compartió una teoría evolutiva reciente, que dice que tu cuerpo está tratando de protegerte de consumir carnes, pescado y huevos potencialmente contaminados (alimentos problemáticos comunes, según los investigadores, durante el crítico primer trimestre. Desde la perspectiva de tu cuerpo, es mejor vomitar la cena que arriesgarse a contraer una infección dañina. Y no sirve de nada discutir con la lógica prehistórica. Cuando sea posible, opta por alimentos fáciles de digerir, y come comidas pequeñas y frecuentes en lugar de grandes, aconsejó WebMD.
Cuando se trata de cuánto vómito es demasiado, lo importante que debes recordar es que si puedes comer y beber al menos un poco cada día, es probable que tu bebé y tú estén bien. El problema comienza cuando realmente sufres, como si estuvieras muerta de hambre y totalmente incapaz de beber agua sin vomitarla. Cuando tus síntomas son mucho peores, es hora de llamar a tu médico.