Hay suficiente ciencia para demostrar que toda la contaminación es mala, pero las agencias ambientales han establecido estándares sobre lo que se considera “aceptable”. Cuando estás embarazada, incluso los llamados niveles seguros pueden tener un efecto perjudicial para ti y el bebé. De hecho, una nueva investigación ha demostrado que la exposición a la contaminación del aire residencial puede alentar el crecimiento del cerebro de un bebé durante la vida fetal y afectar la función cognitiva a largo plazo.
El nuevo estudio publicado en Biological Psychiatry encontró que los llamados niveles aceptables de contaminación del aire pueden afectar negativamente el crecimiento fetal y el desarrollo del cerebro, y dar lugar a deficiencias cognitivas cuando el niño está en edad escolar, de acuerdo con ScienceDaily. Para el estudio, los investigadores inscribieron a muchas mujeres embarazadas en los Países Bajos, y siguieron a sus hijos desde el nacimiento hasta la preadolescencia. También evaluaron los niveles de contaminación en el hogar durante la vida fetal de más de 780 niños.
Lo que descubrieron en su análisis fue un vínculo entre la exposición a partículas finas durante la vida fetal a una corteza más delgada, la capa externa del cerebro, en varias áreas cuando los niños tenían entre 6 y 10 años. Estos cambios cerebrales, concluyó el estudio, contribuyeron a una disminución en el control de los impulsos, que también está asociado con la salud mental y los problemas de conducta, informó ScienceDaily.
La autora principal, Monica Guxens, del Instituto de Salud Global de Barcelona, dijo de los hallazgos:
“Observamos efectos de desarrollo cerebral en relación con niveles de partículas finas por debajo del límite actual de la UE. Por lo tanto, no podemos garantizar la seguridad de los niveles actuales de contaminación del aire en nuestras ciudades”.
Los hallazgos también sugieren que la exposición a la contaminación del aire muy por debajo de lo que se considera seguro, podría causar una interrupción permanente en la función cerebral de un niño, según los investigadores. Guxen dijo:
“Aunque las implicaciones clínicas individuales específicas de estos hallazgos no pueden cuantificarse, según otros estudios, las demoras cognitivas observadas a edades tempranas podrían tener consecuencias significativas a largo plazo, como un mayor riesgo de trastornos de salud mental y bajo rendimiento académico, en particular debido a la ubicuidad de la exposición”.
El estudio también afirma por qué los padres deben ser diligentes para limitar su exposición a la contaminación del aire durante el embarazo. Pero la verdad es que no siempre es fácil, especialmente para las personas embarazadas que viven en ciudades densamente pobladas. El tráfico constante, las interacciones y la actividad física general en los centros urbanos pueden elevar el nivel de contaminación a niveles inaceptables, lo que significa que las futuras mamás respirarán aire inseguro de mala gana.
Aún así, hay algo que puedes hacer para mantenerte segura durante los nueve meses y más. La Asociación Estadounidense del Embarazo recomienda comprar un purificador de aire de calidad para tu hogar a fin de que presente contaminantes como humo, alérgenos, moho y gérmenes para mantener tu aire limpio. También puedes usar limpiadores domésticos naturales y veganos en lugar de productos químicos, así como instalar detectores de monóxido de carbono y realizar revisiones de rutina para detectar moho. Y, si es posible, trata de permanecer adentro tanto como puedas: cuanto más puedas evitar pasar tiempo al aire libre, mejor.